La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dejó ayer claro que "con violencia o con intentos de perpetuar la violencia no hay diálogo, ni hoy, ni mañana, ni pasado". De la Vega replicó así a Ibarretxe, que dijo, un día después de su reunión con Zapatero, que hay que "seguir hablando cada día con todo el mundo", porque "una nueva ocasión para la paz solo vendrá del diálogo".

La número dos del Ejecutivo explicó que el encuentro de Zapatero con Ibarretxe se convocó para "buscar consensos" contra el terrorismo. Recalcó, sin embargo, que la reunión tuvo una "clara dimensión institucional" y que los pactos políticos "se cierran entre partidos y no entre instituciones". En ese sentido, anunció que el presidente, tras su reunión del pasado 8 de enero con el líder del PP, Mariano Rajoy, se verá próximamente con otros líderes.

"CONTRA TODOS" Al PP lo acusó de estar "contra todos y contra todo" y lo invitó al consenso. Dijo que el Gobierno convocará el pacto antiterrorista la próxima semana para dialogar con Rajoy. La delegación del Ejecutivo la encabezará Alfredo Pérez Rubalcaba, según fuentes oficiales.

Respecto a la sentencia del Supremo que declara terrorista a la rama juvenil de Batasuna, De la Vega vaticinó que "aportará cosas importantes", sin entrar en detalles. Fuentes oficiales interpretaron sus palabras en el sentido de que el fallo será una dura prueba para Batasuna y permitirá calibrar si su líder, Arnaldo Otegi, tiene voluntad o capacidad para distanciarse de las tesis terroristas.

El Gobierno percibe tensiones en el mundo aberzale. Esa hipótesis se fortaleció el 16 de enero, con el reconocimiento de Otegi de que el atentado de ETA del 30 de diciembre había causado "confusión" en Batasuna. En el debate parlamentario sobre el fin de la tregua, José Luis Rodríguez Zapatero dijo compartir el análisis de Begoña Lasagabaster (EA), quien afirmó que Batasuna puede cumplir una "importante función" para desafiar la "tutela" de ETA.

La sentencia del Supremo no solo dificultará la situación de la ilegalizada Batasuna ante las elecciones municipales de mayo próximo. También afecta a cerca de dos centenares de militantes aberzales, que ahora enfrentan la posibilidad de ir a prisión. El propio Otegi afronta una cita en la Audiencia el 21 de marzo.