Nos han ninguneado y nos sentimos abandonados". La queja llegó ayer al ministro del Interior, José Antonio Alonso. La formuló Clara Escribano, presidenta de la asociación de afectados por los atentados del 11-M. Su reproche fue contra la administración más cercana al ciudadano, en este caso, la "ventanilla única" que abrió el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para ayudar a las víctimas.

El ministro Alonso prometió facilitar los medios a esta asociación y crear un protocolo de coordinación con las administraciones local y autonómica. "El objetivo del Gobierno es darles el máximo apoyo y que se sientan respaldados", dijo Alonso.

"QUE NOS ECHEN UNA MANO" Según Escribano, se han "sentido abandonados y ninguneados". "De la ventanilla única de Ruiz-Gallardón nos mandaban a otra dirección y, al final, lo que ha funcionado ha sido el boca a boca: ´tienes que llamar al Ministerio del Interior, ir al Consorcio de Seguros, aportar tales y cuales documentos, etcétera".

Escribano acudió al Ministerio del Interior con el representante de una asociación de apoyo a las víctimas autodenominada Atocha 11-M, que recauda fondos para las familias, y pidió a las autoridades que "dejen al margen los homenajes" y les "echen una mano en el día a día".

Casi tres meses después de la masacre del 11-M, unas cuarenta familias de los 191 fallecidos no han recibido las indemnizaciones que les corresponden y ningún herido ha percibido pensión alguna. Según los datos que aportó ayer el ministro, 148 familias de otros tantos fallecidos han recibido la indemnización ordinaria del Estado, que se sitúa en torno a 100.000 euros.

Alonso reconoció que ningún herido ha comenzado a recibir compensación económica. "Estamos a la espera de que se completen los expedientes y van a emerger unos 1.500 heridos", dijo el ministro. Fuentes de su departamento explicaron que el retraso se debe a la espera de los partes médicos definitivos sobre las secuelas de los heridos.