Por si fuera poco el debate con los jóvenes a través de Tuenti, el presidente de la Junta y candidato socialista a la reelección, Guillermo Fernández Vara, sigue haciendo frente a las preguntas de los ciudadanos, aunque en esta ocasión, no tan jóvenes. Además del mitin de campaña, Vara continuó ayer con su recorrido por los pueblos extremeños y ayer le tocó el turno a Malpartida de Cáceres. Compartió una comida con los militantes del partido, se dejó caer por la plaza del pueblo, se tomó un refresco con los vecinos y visitó el hogar de mayores de la localidad. "Y la Ley de la Dependencia, a mí cuándo me toca?", le preguntaron en más de una ocasión las señoras del pueblo.

Pero salió del paso. En la comida-mitin señaló que a pesar de los atrasos que ha venido sufriendo, esta ley --que comenzó a aplicarse en medio de la crisis--, al igual que todas las políticas sociales, seguirán siendo las prioridades del Gobierno que espera presidir. Eso sí, teniendo en cuenta, como ha defendido ya en varios mítines, que si a un dependiente la prestación a la que tiene derecho por ley no le llega a tiempo, tal vez ya no le llegue nunca.

Por lo demás, una visita habitual, de las que ya van siendo normales en su agenda. Cámaras, fotografías, besos, abrazos y por todas partes ese "cariño de la gente" del que el candidato siempre hace gala. Tanto que para él, aunque la visita de ayer del presidente Zapatero es uno de los actos más importantes de la campaña, no ocupa en su corazón un lugar más importante que un encuentro como el que ayer compartió con los abuelos de Malpartida.