Para asombro de propios y escándalo del PP, José Luis Rodríguez Zapatero volvió a pisar el acelerador en el proceso de paz. Ayer admitió que pueda simultanearse un "diálogo político" sobre el futuro de Euskadi con las negociaciones que el Gobierno emprenda con ETA para buscar el final definitivo de la violencia. Fue su manera de avalar públicamente el anuncio que hizo la víspera el líder de los socialistas vascos, Patxi López, de que hablará con Batasuna aunque no sea aún una formación legal. Al PP le pareció que el Gobierno comienza a pagar "un precio político" a ETA y denunció un intento de "coaccionar" al juez Fernando Grande-Marlaska, que ayer tomaba declaración en la Audiencia Nacional a Arnaldo Otegi y a otros miembros de Batasuna.

El giro radical en la posición del PSOE, que hasta ayer había mantenido que no había posibilidad de dialogar con un partido ilegal, solo se explica por un deseo de apaciguar el nerviosismo demostrado en los últimos días por Batasuna, temerosa de verse excluida del proceso de paz y acosada judicialmente, mientras ETA se prepara para negociar con el Gobierno. Así lo reconocieron ayer miembros de la dirección del PSOE, aunque José Blanco sostuvo que el objetivo de la reunión es decir a Batasuna a la cara que debe "cumplir la ley". Y precisó que ese encuentro aún no tiene fecha, aunque será posterior al anuncio de Zapatero de abrir el diálogo con ETA.

Los aberzales, nerviosos

El 21 de mayo, en Barakaldo, Zapatero dio por verificado el alto el fuego y anunció que este mes emprendería la negociación con ETA. Fue un primer acelerón que sacudió a la cúpula de Batasuna, abocada a comparecer ayer mismo en la Audiencia Nacional con el riesgo cierto de ingresar en prisión y quedar excluida del proceso de paz.

El PSOE ha estado debatiendo desde hace días la conveniencia de dar oxígeno a la formación aberzale. Según confirman fuentes de la dirección del PSOE, López obtuvo el martes permiso de Ferraz y de Moncloa para anunciar que el PSE se reunirá con Batasuna aunque esta formación no haya condenado la violencia ni iniciado el camino hacia su legalización. Lo hizo en una emisora de radio vasca y en un programa nocturno, por lo que las reacciones a la noticia se produjeron ayer.

Bien temprano, Zapatero dejó claro que López tiene todo su respaldo. Durante el debate con el PNV en la segunda jornada del debate sobre el estado de la nación, el jefe del Ejecutivo reconoció que "alcanzar el fin de la violencia" será una tarea que "lleve tiempo", pero añadió que "no impedirá que el dialogo político comience". El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, recibió con agrado la afirmación y ofreció un cheque en blanco de su partido al presidente para que inicie el diálogo con ETA incluso sin pasar por el Congreso.

Pero Zapatero sí comunicará al Parlamento el inicio de la negociación con ETA, tal como se comprometió a hacer. La fecha de su comparecencia aún no está decidida y depende, esencialmente, de que el PP decida si quiere una reunión del pacto antiterrorista, según fuentes del Ejecutivo. Angel Acebes sostuvo ayer que el PP aún no ha sido contactado para formalizar esa reunión, a pesar de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reiteró su disposición a convocar el pacto.

Si esa reunión no se produce, Zapatero baraja aprovechar el pleno del martes 6 --en el que se debatirán y votarán las resoluciones del debate de la nación-- para tomar la palabra y exponer su hoja de ruta de la negociación con ETA. Fuentes del Gobierno aseguran que será una alocución breve, sin que los grupos fijen su posición y sin votación posterior.

Consecuencias penales

El líder del PP, Mariano Rajoy, evitó durante toda la jornada parlamentaria de ayer el contacto con los periodistas y delegó en Acebes exponer la posición del PP respecto de las conversaciones del PSE con Batasuna. Sin embargo, encargó al responsable de justicia del PP, Ignacio Astarloa, que analice las posibles consecuencias penales para el PSE si se reúne con un partido ilegal.

Acebes fue muy crítico con el anuncio de López, pero se cuidó de retirar el apoyo a Zapatero para iniciar el diálogo con ETA que Rajoy había explicitado la víspera durante el debate de la nación. Acebes opinó que Zapatero ha hecho "lo que ETA le pidió en la entrevista de Gara ", y sentenció que reunirse con Batasuna sería el "pago del precio político que pide" la banda. "Zapatero estaría rompiendo cualquier posibilidad de acuerdo si se reúne y convierte a Batasuna en un interlocutor necesario", advirtió. El PP estima que el PSOE intenta "coaccionar" al juez Grande-Marlaska, que ayer prorrogó hasta hoy la declaración de la cúpula aberzale en la Audiencia.