José Luis Rodríguez Zapatero se presentó ayer ante la élite religiosa y política de EEUU e los invitados de más de 140 países con una plegaria en la que hizo referencia a los parados, los inmigrantes, los damnificados de Haití, las víctimas del terrorismo y los matrimonios entre homosexuales. El presidente español --escogido por Barack Obama como "invitado especial" en el desayuno nacional de oración-- consiguió balancear sus prioridades políticas (estridentes para buena parte de la audiencia) con cuestiones tratadas en la Biblia, de la que el jefe del Ejecutivo, laicista y agnóstico, incluso citó algún versículo (Deuteronomio, 24).

El desayuno, organizado por la organización ultracristiana The Fellowship, más conocida como La Familia, congregó ayer en Washington a más de 3.200 personas, entre ellas la cúpula de la Casa Blanca, con el presidente Obama, el vicepresidente, Joe Biden, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, al frente.

El acto empezó poco después de las siete y media de la mañana en el hotel Washington Hilton. El presidente de EEUU y su esposa, Michelle Obama, llegaron 10 minutos tarde y dejaron sus dos sillas (a la izquierda de Zapatero) vacías por un rato.

A Zapatero se encargó de presentarle Amy Klobuchar, senadora por Minnesota, quien celebró que la mitad del Ejecutivo español sean mujeres.

DISCURSO EN ESPAÑOL Ante un auditorio mayoritariamente anglófono, el presidente español pidió disculpas por no hablar en inglés, aunque justificó que lo iba a hacer "en la lengua en la que por primera vez se rezó al Dios del Evangelio" en esa tierra.

Zapatero echó mano del capítulo 24 del Deuteronomio y leyó el versículo 14 y parte del 15, para introducir la integración de los inmigrantes: "No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. Págale su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque está necesitado, y su vida depende de su jornal".

El jefe del Ejecutivo también tuvo un recuerdo para los damnificados del terremoto de Haití, una catástrofe recordada por varios de los oradores. Zapatero citó, además, a "los hombres y las mujeres" que padecen "la falta de trabajo".

Pese al conservadurismo radical de la organización La Familia, Zapatero no obvió un asunto que despierta las iras de la derecha en EEUU: los matrimonios homosexuales. Así, reivindicó el derecho personal a su "autonomía moral". Con una de sus plegarias, dijo, quería reclamar que cualquier ser humano pueda ser libre para vivir "con la persona amada, para crear y cuidar a su entorno familiar, mereciendo respeto por ello". Recordó, además, a las víctimas del terrorismo y rechazó que "la utilización espuria de la fe religiosa" justifique la violencia.

Tras el acto, Obama y Zapatero cruzaron unas palabras "de despedida", según fuentes de la Moncloa. Un encuentro demasiado fugaz como para que el presidente español le dijera que lamenta su ausencia en la cumbre EEUU-Unión Europea.