El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, celebró ayer en San Sebastián que quienes "amparan la violencia" y "se humillan ante quien tiene una pistola" no estarán en el juego democrático. Aunque no citó expresamente a EHAK ni ANV, quedó claro su aviso a toda la izquierda aberzale de que quedarán fuera de la ley todos los que, "por cobardía o sumisión," se plieguen a las directrices de ETA.

En un acto celebrado en el palacio de congresos del Kursaal ante medio millar de simpatizantes socialistas, Zapatero agradeció a toda la ciudadanía vasca su "respaldo y comprensión" durante el fallido proceso de paz. En cualquier caso, subrayó que el único responsable de que no se consiguiera acabar con la violencia "es ETA y su locura criminal".

DISTURBIOS EN LA PUERTA Mientras se celebraba el acto, un grupo de simpatizantes de ANV fueron disueltos fuera del local por la Ertzaintza cuando intentaron protestar por su ilegalización. Los agentes utilizaron abundante material antidisturbios e identificaron a varios alborotadores.

El discurso del presidente mantuvo en todo momento un tono optimista, frente a lo que calificó como "el mensaje del miedo del PP". Pese a la falta de apoyo de los populares en materia antiterrorista, Zapatero prometió: "Estamos ahora más cerca del final de la violencia".

MENSAJE A IBARRETXE El líder socialista aprovechó también su intervención para trasladar al lendakari, Juan José Ibarretxe, que "nunca saldrá adelante un proyecto minoritario que quiera dividir a la sociedad vasca", en clara referencia al plan que lleva su nombre. "Nada se puede hacer en Euskadi sin el PSE", sentenció.

Zapatero pidió a todos los ciudadanos que vayan "masivamente" a votar el 9-M porque "la derecha sólo tiene una esperanza: que haya abstención". A cambio, prometió "diálogo y respeto a la diferencia". Incluso se permitió, entre risas, una autoparodia: "El talante tiene una fuerza inagotable".