Firmeza, inteligencia y perspectiva histórica son los tres ingredientes que propone José Luis Rodríguez Zapatero para cocinar el fin del terrorismo de ETA. El presidente del Gobierno exigió ayer a la banda terrorista que no se escude en las sentencias judiciales contra los miembros de la banda y las actuaciones del entorno de Batasuna para romper el proceso de diálogo abierto hace cuatro meses. La pelota está en el tejado de ETA, vino a decir el jefe del Gobierno cuando aseguró que el futuro de "esto", en referencia al proceso de paz, "no depende de una sentencia, sino que depende de la voluntad de ETA de abandonar las armas".

Zapatero realizó estas declaraciones por la mañana en los pasillos del Senado, tras responder al portavoz del PP en la Cámara Alta, Pío García Escudero, sobre la misma cuestión. El presidente reconoció que la sentencia que condena a 12 años de prisión al etarra Iñaki de Juana Chaos por las amenazas vertidas en artículos publicados en el diario Gara en diciembre del 2004 puede "añadir dificultades" al proceso de paz, pero aseguró que "el problema de fondo es la voluntad de ETA de dejar las armas".

A LA ALTURA "Cada equis tiempo sucede algo que tiene que ver con el funcionamiento del Estado de derecho y que puede marcar o no marcar el proceso de paz", dijo Zapatero para eludir pronunciarse sobre el impacto de la condena a De Juana emitida ayer. "Estamos ante el tema más grave de la democracia española desde la transición --reflexionó-- y debemos actuar en consonancia con lo que eso significa". Zapatero avanzó que su Gobierno "estará a la altura de las circunstancias" sea cual sea la reacción de ETA.

Antes de estas declaraciones, durante el debate con García Escudero en la sesión de control en el Senado, Zapatero aseguró que no dará "ningún paso" hasta que la voluntad "inequívoca de ETA de dejar las armas esté acreditada". Y añadió que se tomará "el tiempo que sea necesario" para que esa comprobación se realice de modo "riguroso". Al portavoz del PP no le convenció la "firmeza" que prometió el jefe del Gobierno, y dedujo que la "verificación" de esa voluntad de ETA es solo una "excusa". Para García Escudero, resulta "evidente" que ETA se está "rearmando" tras el robo de 350 pistolas en el sureste de Francia, por eso preguntó al presidente si pretende "tomar por tontos" a los españoles.

El debate subió de tono en ese punto, como viene ocurriendo cada vez que el PP interpela al presidente sobre el diálogo con ETA. Zapatero lamentó que para los conservadores sea "irrelevante" que la banda lleve tres años sin cometer asesinatos y siete meses de alto el fuego permanente. Y recalcó que en este periodo, su Gobierno ha mantenido "los principios del Estado de derecho" y no da dado "ni un solo paso" para contentar a la banda, en contraposición a lo que hizo el Ejecutivo de José María Aznar en 1998, cuando "no había alto el fuego permanente" y acababan de producirse "atentados con víctimas mortales".

ERRORES DE AZNAR Para reforzar su afirmación, recordó la de María San Gil, líder del PP en Euskadi, que criticó los "errores" de Aznar en 1998. "Eso no ha pasado aquí ni va a suceder", recalcó Zapatero, porque "el Gobierno va a estar firme y solo actuará cuando se acredite la voluntad de ETA de dejar las armas". García Escudero vaticinó el fracaso del proceso y que el PSOE volverá a buscar el fin del terrorismo con el PP. Y espetó: "Lo hará con o sin usted".