El amor, en política, es especialmente voluble. Y más cuando está en juego la aprobación de un presupuesto, el del 2011, que el Gobierno central considera "clave" para la recuperación económica. La primera sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados tras las vacaciones del verano fue una buena muestra de ello. Los portavoces de los tres principales grupos de la oposición preguntaron a José Luis Rodríguez Zapatero por sus planes para salir de la crisis, y el presidente aprovechó las respuestas para escenificar la ruptura momentánea con CiU, el idilio en ciernes con el PNV y el desprecio mutuo con el PP.

Abrió la sesión el portavoz de la federación nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida, que pidió al Gobierno que rectifique su decisión de congelar las pensiones en el 2011. "Aún estamos a tiempo, será una cantidad mínima", suplicó el dirigente de CiU, pero el jefe del Ejecutivo se mostró inflexible ante el que hasta hace poco era socio y amigo.

"El plan de austeridad en el que se incluye esa medida está funcionando y por coherencia y credibilidad no vamos a modificar el decreto ley", aseguró.

Los arrumacos del presidente estaban reservados esta vez para el PNV, su nuevo compañero de viaje presupuestario tras el plante de CiU. El portavoz de los nacionalistas vascos, Josu Erkoreka, preguntó al líder socialista si las cuentas del 2011 iban a tener en cuenta la conocida como Estrategia 2020 europea para la recuperación económica y la creación de empleo. Zapatero no solo respondió afirmativamente, sino que recordó a Erkoreka que el resultado final del presupuesto depende de la negociación con los grupos políticos para aprobarlo. "Y ahí, por cierto, ustedes tienen mucho que decir", coqueteó.

SIN PROPOSITO DE ENMIENDA El momento romántico lo rompió Mariano Rajoy. "No haga más daño a España cambiando votos por transferencias", afeó a Zapatero. "¿Tiene usted propósito de enmienda?", preguntó al jefe del Ejecutivo. "El que no lo tiene es usted, que repite las mismas palabras de antes del verano ", replicó el secretario general del PSOE. Zapatero pidió a Rajoy que presente ya las 50 medidas anticrisis que anunció la semana pasada. "Acepte primero las 70 enmiendas que hemos presentado a la reforma laboral y que su grupo ha rechazado", respondió el líder conservador.

Además, Rajoy le recordó al presidente la huelga general y que tiene en contra a patronal y sindicatos, y le pidió que ponga "orden en su Gobierno".