El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, esgrimió ayer en un mitin en Lugo ante 5.000 personas la sentencia del Tribunal Supremo que ratifica la obligatoriedad de estudiar Educación para la Ciudadanía para desautorizar a un PP al que definió como "muy pesimista".

Zapatero aplaudió que "la generación de jóvenes mejor preparada de nuestra historia" tenga la posibilidad de aprender "los valores democráticos". Y lamentó que aún después de conocer la sentencia del Tribunal Supremo que impide la objeción de conciencia --"esa especie de rebelión contra la enseñanza de valores democráticos"--, Rajoy "sea el único dirigente de un partido de la UE" que se opone a enseñar Educación para la Ciudadanía, una materia que se da "en todos los países europeos, democráticos, normales".

En un discurso de apoyo al socialista Emilio Pérez Touriño, candidato a la reelección como presidente de la Xunta, Zapatero hizo hincapié en la educación y contrapuso al "negativismo" del PP los avances sociales auspiciados por su Gobierno. Entre ellos destacó las políticas de igualdad, las destinadas a conciliar la vida laboral y familiar y la extensión "hasta el último lugar de España" de la ley de dependencia.

Touriño aprovechó para presentar la canción que él mismo eligió para sus mítines, una versión de un poema del clásico gallego Alvaro Cunqueiro interpretado por el artífice de Deluxe, Xoel López. En ese poema, el autor persigue enamorar a una paloma dorada que se identifica con el electorado. Y esa paloma dorada, según Touriño, no se compone solo de "aquellos que apoyaron a Zapatero hace unos meses", sino de la ciudadanía que no quiere volver "a la etapa superada del fraguismo".

CARNET DE GALLEGUIDAD A su rival del PP, Alberto Núñez Feijóo, Touriño le reprochó que hable de "renovación y cambio" cuando su programa "es un retorno al pasado". Y al BNG, sin mencionarlo, le recriminó que pretenda "expedir certificados de galleguidad". El candidato conservador opta a "renovar Galicia" con el seudónimo Feij009, lo que acarrea algunos chascarrillos de sus rivales que, por similitud con 007, lo asimilan a un "agente secreto" de la trama de espionaje del PP en Madrid.