El PSOE y el Gobierno son conscientes de la necesidad urgente de evitar imágenes de extrema debilidad parlamentaria como las vividas el martes en el Congreso, donde los socialistas se sumaron a varias iniciativas de la oposición para evitar perderlas.

Fuentes del Ejecutivo confirmaron que la intención del partido y del Gobierno es tratar de superar esta situación de precariedad en la Cámara, donde se puede reproducir día a día lo sucedido el martes. Y la apuesta pasa ahora, según estas fuentes, por tender puentes de comunicación y negociación sistemática con las fuerzas situadas a la izquierda del PSOE. Se trata de sumar con ERC, IU, ICV, BNG y Nafarroa Bai --además de Coalición Canaria-- la mayoría de votos suficiente para acceder a la mayoría en las Cortes.

MANOS A LA OBRA El portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, se puso ayer mismo manos a la obra en una reunión con el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, a quien planteó negociar antes de cada semana de actividad parlamentaria todos los puntos de los plenos y las comisiones. Llamazares e Iniciativa advirtieron al PSOE de que debe aclarar si el giro a la izquierda es global. "No vamos a aceptar un aquí te pillo aquí te mato", afirmó Llamazares, contrario a que los partidos minoritarios sean instrumentos del Gobierno para superar votaciones comprometidas. El PSOE ha pedido además un encuentro con el portavoz de ERC, Joan Ridao, que tendrá lugar el próximo martes.

El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, interrogado por Ridao en la sesión de control sobre los aliados con los que tiene previsto conseguir estabilidad parlamentaria, dio a entender este "giro a la izquierda". En dos ocasiones mencionó la voluntad de entendimiento en base a un "proyecto político progresista" y que defienda "la España plural". Fiel a su ya tradicional optimismo, Zapatero mostró nuevamente su convencimiento de que "hay grupos suficientes para llegar a acuerdos" en las Cortes.

"SIN SALVAVIDAS" Pero estos grupos no están dispuestos a ofrecer gratuitamente su apoyo. En términos muy directos y duros se lo expresó el portavoz de ERC, Joan Ridao, cuando le advirtió de que se va a encontrar con muchos partidos que le repliquen: "Aquí no se fía, señor Zapatero", su credibilidad está "bajo mínimos". Ridao planteó al presidente que "Cataluña puede volver a ser la solución", en el sentido de que, si se alcanza un acuerdo de financiación satisfactorio para la Generalitat, se puede abrir de nuevo el juego de las alianzas más o menos estables. Si no, concluyó el portavoz republicano, el Gobierno "se quedará sin ningún tipo de salvavidas". Consciente de esta situación, la voluntad del Gobierno es acelerar el acuerdo de financiación para restar inestabilidad.