Limpieza democrática y gestión transparente. Esos fueron los dos conceptos más repetidos por el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su primera visita a Marbella (Málaga) desde su llegada a la Moncloa. Allí aseveró que "no tolerará la más mínima corrupción en ningún sitio", poniendo a Marbella como ejemplo de la lucha contra la corrupción y la claridad de gestión "para el servicio a los demás".

En un acto en el Palacio de Congresos de Marbella, de reducidas dimensiones y carente de aparcamientos porque en esos terrenos de ampliación se construyó un flamante hotel ilegal que no llegó a abrir sus puertas, y ante unos 2.000 simpatizantes y militantes, insistió en desglosar los logros de los tres años de mandato socialista en materia social y económica. Zapatero enarboló la bandera de la decencia contra la corrupción, recordando que fue el Ejecutivo del PSOE quien disolvió la corporación marbellí tras desencadenarse la operación Malaya.

"GENTE DECENTE" "No sé qué han hecho otros que ahora hablan de escándalo, vejación y saqueo", dijo por las críticas del PP sobre el papel tolerante de la Junta de Andalucía. "No sé --añadió-- lo que hicieron, pero sí sé lo que ha hecho este Gobierno: poner a gente decente en el Ayuntamiento para que la ciudad vuelva a ser de los ciudadanos".

En este sentido, el secretario de los socialistas andaluces y presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, utilizó un argumento de defensa similar al recordar al inicio de su discurso las más de 400 impugnaciones a decisiones del consistorio gobernado por el GIL y la retirada de competencias urbanísticas al municipio. "Lo pudo hacer antes el PP --dijo--, pero no lo hizo. Tampoco le interesó apoyar la retirada de competencias en el Parlamento andaluz ni impugnó ninguna resolución, prefiriendo pactar con el GIL en la diputación provincial y la Mancomunidad de la Costa del Sol".

Zapatero subrayó el esfuerzo realizado por su partido para "devolver Marbella a la ley y la ley a Marbella", y agradeció especialmente el trabajo realizado por el actual presidente de la comisión gestora, Diego Martín Reyes, de quien alabó que haya sacrificado su trabajo y su vida particular para "que al Ayuntamiento volviera la honestidad".

Zapatero señaló, en el acto de apoyo al candidato Paulino Plata, que los socialistas han dado "una demostración inequívoca de limpieza y de persecución contra quien no quiere un gobierno decente" y agregó que "no consentirá" la corrupción inmobiliaria "sea donde sea". "No hay derecho a que algunos, por muy famosos que sean, se aprovechen del esfuerzo de algunos por comprarse una vivienda".