Poco tiempo libre tuvo el presidente del Gobierno el sábado pasado: tras presidir en la sede central de su partido el comité federal de los socialistas (que comenzó a las 9.30 horas), se reunió en el palacio de la Moncloa con el lendakari, Patxi López para, principalmente, examinar la situación interna que vive Batasuna y sus movimientos hacia un previsible desmarque de ETA, así como para analizar cómo se gestionarán las competencias que se cederán a Euskadi tras el pacto presupuestario firmado entre el PSOE y el PNV. Según fuentes gubernamentales y de Ajuria Enea, en esa cita participaron también el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares.

Que se haya conocido que existió una cita en la que se abordaron asuntos tan delicados como el terrorismo sirve, entre otras cosas, para romper el aparente aislamiento de López, debilitado por evitar cualquier protagonismo público que pudiera interferir en el acuerdo del PSOE con el primer partido de la oposición en el País Vasco, el PNV. Ese pacto permite a Zapatero salvar las cuentas del 2011 y, de paso, conseguir estabilidad para el resto de la legislatura.

ELOGIOS DEL PRESIDENTE Fuentes conocedoras de la citada reunión aseveraron ayer que Zapatero reiteró en privado al lendakari el agradecimiento que ya le expresó el sábado por la mañana ante su comité federal por su "visión de Estado, su generosidad y su altura de miras". A buen seguro esos elogios del jefe del Ejecutivo tratan de contrarrestar las críticas que, en las últimas 48 horas, relevantes miembros del PNV han dirigido insistentemente contra el lendakari, a quien acusan de "gobernar la nada". Tampoco han estado demasiado amables con López algunos dirigentes del PP vasco, que le achacan "que se deje ningunear" desde la Moncloa. En ese contexto, Zapatero ha garantizado al lendakari que el desarrollo del Estatuto pactado con el PNV se hará de común acuerdo con el Gobierno vasco, informan las mismas fuentes.

En lo que concierne a la lucha antiterrorista, fuentes de Ajuria Enea precisaron asimismo que en la reunión de Zapatero, Rubalcaba, López y Ares se valoró especialmente la importancia de compartir "lenguaje y diagnóstico" en todo lo que atañe al fin de la violencia.

Los interlocutores estuvieron de acuerdo en que mantener la presión sobre el mundo de ETA es el camino a seguir para propiciar que, de una vez, culmine con éxito la definitiva renuncia a las armas por parte de la banda o, al menos, se produzca la escisión total con la izquierda aberzale.

SIN CAMBIO DE RUMBO El miércoles, Zapatero afirmó que los pasos dados por los dirigentes de Batasuna no serán "en balde". Ayer, el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, sostuvo que el Gobierno está "a punto de acabar con ETA". Estas declaraciones por parte de miembros del Ejecutivo no gustan demasiado al PP y producen "inquietud", como reconoció hace unos días en el Congreso de los Diputados el propio Mariano Rajoy. Pero el Ejecutivo asegura que no cambiará de rumbo.