Eduardo Zaplana quiso aguar la manifestación contra ETA, que concentró el jueves a 5.000 personas en la plaza San Jaime de Barcelona, alegando que el número de asistentes no colmó las "expectativas" de los organizadores. El ministro portavoz del Gobierno dedujo, pues, que "la sociedad catalana participó más de la opinión del PP que de los convocantes".

Para Zaplana, todo lo que no pasara por expresar "inequívocamente" el rechazo a los terroristas "sobraba"; no eran necesarios, por tanto, añadidos. El PP rehusó participar en la protesta arguyendo su desacuerdo con el lema: En defensa de la democracia, el autogobierno de Cataluña y en solidaridad con todos los ciudadanos del Estado . Pese a las declaraciones del portavoz, el PP rechazó participar en marchas convocadas bajo la escueta consigna ETA no , como la que tuvo lugar en el País Vasco en diciembre del 2002.

AUSENCIA "LAMENTABLE" La protesta barcelonesa ha generado un sinfín de réplicas. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, consideró "lamentable" que el PP no participase y también descalificó a su socio socialista José Bono al afirmar que su opinión "no la comparte el resto de miembros del PSOE", informa Ana Matas. El barón manchego había dicho el jueves que el nacionalismo era una "antigualla" y aseguró que no participaría en una marcha contra ETA junto a Carod-Rovira.