Decepcionante. La declaración del marroquí Jamal Zugam, preso como coautor del 11-M, no respondió a las expectativas que generó su primera comparecencia pública tras su detención el 13 de marzo del 2004, dos días después de la matanza de los trenes en Madrid. Zugam se desmarcó de esa masacre en el escaso cuarto de hora que duró su interrogatorio.

La declaración del marroquí congregó en la sala de vistas a la presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, y a otras víctimas de los atentados de Madrid. Habían acudido para ver "los ojos" de un "maldito", en palabras de Manjón. Pero su declaración les generó un sentimiento de impotencia, ya que no admitió su responsabilidad.

Zugam sólo fue interrogado por el fiscal Pedro Rubira, que quería aclarar las relaciones que mantuvo con el jefe de la red española de Al Qaeda, Imand Eddin Barakat, conocido como Abú Dahdah. Sin embargo, Zugam sólo admitió que le conocía porque ambos eran comerciantes y aprovechó para proclamar su inocencia en relación al 11-M. Este es un fragmento del interrogatorio en el que se desvinculó de la masacre de Madrid:

--Fiscal: ¿Cuándo dejó Tánger?--Zugam: Mis padres se separaron cuando yo tenía 6 o 7 años. Vine aquí con 15 años. He trabajado en casi todo, en obras, restaurantes y como comerciante, hasta el 13 de marzo, cuando han venido a mi tienda a detenerme, sin saber nada.--Fiscal: ¿Le intentaron reclutar para la Yihad guerra santa?--Zugam: Jamás he oído a nadie en Lavapiés el barrio donde regentaba una tienda hablar de Afganistán. Mi guerra es ayudar a mi padre a salir adelante. Mi padre tiene siete hijos de otra mujer y cobra 150 euros. Yo le mando dinero.Zugam fue interrogado también sobre si conocía o no a Abú Dahdah, y evitó implicar a éste. "Le conocía como comerciante. No sabía su apellido hasta que le detuvieron", aseguró Zugam, quien admitió que disponía del teléfono de

--Fiscal: ¿Le intentaron reclutar para la Yihad guerra santa?

Abú Dahdah, Abú Dahdah