Renovar la cocina, el baño o el salón puede ser más barato. La Administración regional ya tiene listo el borrador del primer Plan Renove de Mobiliario del Hogar que pretende realizar 6.500 actuaciones cuando se ponga en marcha. El cambio de muebles tiene como objetivo animar las ventas y ayudar así a cuadrar las cuentas de un sector muy tocado por la crisis de los últimos años.
El borrador de este proyecto de decreto, disponible en el portal de transparencia y que aún debe ser aprobado previamente en Consejo de Gobierno, contempla ayudas que suponen hasta el 25% de la factura total (sin aplicar el IVA) con un máximo de 200 euros por artículo y de 1.000 euros por beneficiario a lo largo de la convocatoria, que cuenta con casi un millón de euros en total. El documento elaborado por la Consejería de Economía e Infraestructuras fija una compra mínima de 300 euros (impuestos no incluidos) en el establecimiento para poder beneficiarse del descuento planteado.
En concreto, dicha rebaja se realizará en los muebles considerados para el equipamiento del hogar: dormitorios, incluidos los armarios, muebles de salón y comedor, cocinas, muebles de baño, sofás, recibidores y muebles auxiliares en general, según el borrador del proyecto. «Quedan excluidos los artículos decorativos, espejos, equipamiento textil, colchones y los artículos de iluminación, así como los muebles kit, es decir, aquellos que se comercializan desmontados y donde el montaje es por cuenta del comprador o se facilita por el vendedor como un servicio accesorio o adicional», especifica la normativa.
Como ocurre en el Plan Renove de Electrodomésticos, que la administración regional acaba de recuperar tras cuatro años sin convocatoria, también serán las propias tiendas las que realicen directamente los descuentos a través de un sistema informático que la administración facilitaría a los vendedores. Para ello, la consejería abrirá un plazo para que los establecimientos interesados se adhieran al plan. «Podrán beneficiarse los empresarios autónomos, las sociedades anónimas y limitadas y las cooperativas que entre sus actividades figure la venta de muebles y dispongan de al menos de un punto de venta en la región». El comprador está obligado a destinar el mueble adquirido a uso propio y doméstico y someterse a las actuaciones de comprobación que determine la administración.
Un sector en horas bajas
La Junta considera necesaria esta medida, incluida en su programa electoral y en el plan de impulso económico firmado con los agentes sociales el pasado abril, para impulsar al sector del mueble en Extremadura que en los últimos años se ha enfrentado a diversos desafíos: cierre de empresas tanto de fabricación como de comercialización, pérdida de empleos, fuerte competencia,... Los datos evidencian la crisis de este negocio. Entre 2008 y 2016 ha desaparecido casi el 20% de las empresas de fabricación mientras el gasto medio por medio por hogar en muebles y artículos de amueblamiento ha caído más de un 50%, pasando de los 336 euros en 2007 a los 164 en 2015, según el Instituto Nacional de Estadística. «El sector extremeño de fabricación ha sufrido especialmente en el ámbito de la actividad artesanal: carpintería, ebanistería, tapicería, tornería, forja, herrería, restauración,...», señala la administración.
José María Reino, presidente de la confederación que agrupa en la región a las empresas del comercio, asegura que el sector de los electrodomésticos y el del mobiliario están entre los más perjudicados en los últimos años: «ha habido un parón importante en la construcción y en la venta de viviendas y eso ha frenado la necesidad de dotar esas viviendas de muebles y electrodomésticos», reconoce.
A su juicio, los planes renove de la administración serán positivos para activar el consumo: «los descuentos serán un aliciente para que el consumidor renueve sus objetos y aparatos más viejos y además en el caso del plan de electrodomésticos para que estos sean más eficientes». Aún así, Reino reconoce que estos sectores en particular y el comercio en general siguen estando muy lejos de lograr las cifras de ventas anteriores a la crisis. «El aumento del gasto va a un ritmo lento y tardaremos en recuperarnos».
