Los extremeños dueños de perros y gatos podrán ser multados con hasta 1.500 euros si no les instalan un microchip para su identificación, según lo establece el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura en su última reunión.

Según la agencia Efe, la norma obligará a que, en un periodo de 12 meses desde la publicación en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), se identifique electrónicamente a los animales de compañía a través del Registro de Identificación de Animales de Compañía de Extremadura (RIACE) que comenzarán a desarrollar las clínicas veterinarias de la región.

Asimismo, permitirá que los animales domésticos cuenten con un pasaporte europeo autonómico que se exige para los movimientos intracomunitarios.

Según la directora general de Explotaciones Agrarias y Calidad Alimentaria, María Curiel, la iniciativa será "obligatoria para los perros y voluntaria para los gatos, aunque el proyecto pretende extenderse a otros animales en un futuro". Si no se hace, las sanciones pueden oscilar entre 300 y 1.500 euros.

Esta norma de identificación y registro obligatorio de los animales de compañía permitirá a la Administración autonómica tener un censo fiable para establecer y planificar programas sanitarios preventivos o de urgencia.

Además, servirá para evitar el abandono animal, posibilitar su recuperación en caso de pérdida o robo, y depurar responsabilidades ante los casos de maltrato animal, daños o incumplimiento de la legalidad.

El microchip deberá implantarse al perro durante los tres meses siguientes a su nacimiento o un mes después de su adquisición.

Se colocará detrás de las orejas y estará formado de un registro alfanumérico que integrará todos los datos de la población canina de la región y de sus dueños.

El precio que supondrá esta iniciativa, que incluye el microchip, la operación quirúrgica y el pasaporte que se obtienen con el registro, "no está claro" pero la Junta pondrá en marcha una campaña para subvencionar parte de los costes de este proyecto, resalta Curiel.