La Atención Primaria está siendo el muro de contención de la pandemia de coronavirus. Sus profesionales han tomado las riendas de esta nueva enfermedad: pruebas, diagnósticos, controles, seguimiento a positivos covid y a sus contactos, papeleo para declarar los casos, para realizar bajas laborales... Tareas que les ocupan una buena parte de su jornada diaria, mientras en la otra intentan atender todo aquello que ya les ocupaba la jornada laboral al completo y, además, de una manera muy distinta, a distancia a través del teléfono en la mayoría de casos. Pero tampoco pueden desatender visitas a domicilios, consultas de urgencia... El resultado es una sobrecarga de trabajo en los centros de salud que ha pillado a los equipos de Atención Primaria en una situación que ya venía siendo complicada, entre otras cosas, por la falta de profesionales médicos.

CONSULTAS «SATURADAS» / No es un problema nuevo ni exclusivo de la comunidad ni de la Atención Primaria, pero lo cierto es que las plantillas de facultativos incompletas y la dificultad de encontrar médicos está lastrando la actividad asistencial en la puerta de entrada al sistema sanitario público y a sus profesionales. «En estos momentos las consultas están saturadas; realmente no damos abasto para atender a todos los pacientes». Lo dice Carlos Arjona, médico de familia en un centro de salud de Cáceres y presidente del colegio de médicos de la provincia.

Los datos muestran que no están todos los médicos que necesitarían los centros de salud de la comunidad. Actualmente en el Servicio Extremeño de Salud (SES) existen 1.230 plazas en plantilla en la categoría de Médico de Familia de Equipo de Atención Primaria (incluidas aquellas con función de atención continuada), pero 121 de ellas están sin ocupar, vacantes, sin profesional, según los datos facilitados por el Servicio Extremeño de Salud. Esto supone que existe un déficit de casi el 10% en la plantilla de médicos en la Atención Primaria. Y eso no viene más que a complicar la situación actual.

«Los centros de salud ya de por sí estaban sobrecargados de trabajo porque ya antes no había posibilidades de sustituciones cuando un profesional estaba enfermo o cogía vacaciones; su trabajo se acumulaba al del resto del equipo lo que suponía que las consultas estaban ya de por sí masificadas. Médicos que iban de un pueblo a otro, con más guardias de lo normal y legal (cuatro al mes), en algunos hospitales han llegado incluso a hacer 15 guardias en un mes. Y en esta situación, cuando llegó el coronavirus en marzo, al trabajo habitual ya de por sí sobrecargado hubo que añadir a los pacientes con covid-19. Y para colmo, la segunda ola de la pandemia llega en plenas vacaciones de la gente y ya es cuando los centros de salud no han podido absorber la cantidad de trabajo que se les venía encima».

REFORMA DE LA ATENCIÓN PRIMARIA / Desde hace años en la Atención Primaria se viene hablando de una reforma que nunca llega mientras uno de los problemas de fondo, la falta de médicos, se sigue arrastrando. «Veníamos diciendo que esto iba a suceder y si no se toman medidas la situación va a empeorar muchísimo en los próximos diez años». Según los estudios realizados por el colegio, más de 650 médicos de familia que están trabajando en estos momentos en la región -prácticamente la mitad de la plantilla- tienen entre 55 y 65 años, mientras apenas 246 están entre los 35 y 45 años.

El problema, dice Arjona, no es que no haya titulados en Medicina, sino que no se les está permitiendo especializarse y, por tanto, no pueden trabajar en el sistema público. «Las plazas MIR no se ajustan a los estudiantes que acaban la carrera. Este año ha habido 7.000 plazas de formación en España y más de 14.000 médicos aspirantes. Esto demuestra una pésima planificación», explica Arjona. Al déficit de especialistas generado por la falta de opciones para todos, se une luego una lucha entre las comunidades por atraer a aquellos que sí logran la especialización: contratos estables, atractivos, mayores retribuciones... «Ni siquiera a todos los que formamos aquí somos capaces de retener. Ese es el problema. Y salvo que se tomen medidas urgentes, nuestras perspectivas son que cada año va a ir jubilándose más gente y cada vez va a ser más difícil cubrir las plazas vacantes».

La solución, además de sacar más plazas MIR, pasa también en Extremadura por mejorar los contratos laborales con mejores retribuciones, opina el presidente del colegio de médicos. «Pero no está habiendo ningún aliciente». De momento, el SES anunció el viernes nuevos contratos (de enfermeros y auxiliares principalmente) para descargar de trabajo a la «sobrecargada» Atención Primaria.