Alrededor de 300 personas se manifestaron ayer por las calles de Mérida para celebrar el Día de la Tierra alertando de las consecuencias que puede tener el cambio climático en el planeta, y en el caso de Extremadura, la instalación de una refinería y varias centrales térmicas. Este es el mensaje principal de esta manifestación, que bajo el lema Frente al cambio climático, menos CO2 , fue convocada por diversas organizaciones como Adenex, Sociedad Española de Ornitología de Extremadura, la CGT, STE-Ex, Ecologistas en Acción de Extremadura, Izquierda Unida, Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz, AMUS, Sodepaz Extremadura y Plataforma Ciudadana Refinería No.

La portavoz de la organización, Paca Blanco, explicó, en declaraciones a Europa Press, que los ciudadanos son unos "consumidores excesivos", lo cual "está degradando la tierra". Lamentó que esta situación se de en una región como Extremadura, "que es de las pocas tierras verdes y en condiciones que quedan en Europa, hay que cuidarla y mimarla porque no nos podemos cargar lo único que nos queda ya", dijo.

Por su parte, el coordinador de la asociación ecologista Adenex, Jesús Valiente, señaló que con este acto se quieren destacar "los problemas ambientales que el hombre causa en el planeta", y en el caso de Extremadura pasan la refinería de petroleo, "una industria que incrementaría de forma muy importante las emisiones de efecto invernadero", dijo.

A esta manifestación también asistieron representantes de la Plataforma Refinería No, entre los que se encontraba su portavoz, Reyes González, quien reclamó la necesidad de que la tierra "no se siga contaminando", y animó a "preservar una tierra tan preciosa como la nuestra, que no tenemos por qué destruirla".

Por su parte, el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, destacó que el Día de la Tierra es una celebración "muy importante" porque el cambio climático "viene galopando". De ahí la necesidad de concienciar a los ciudadanos de que "no solo hay que clasificar la basura, sino que hace falta un modelo productivo y consumista diferente, porque no se puede echar más CO2 a la atmósfera".

Escobar alertó de que en los últimos años "los ritmos de la naturaleza se han alterado" lo cual "puede tener consecuencias muy graves para la supervivencia de la especie humana, quizá no en 10 o 15 años, pero sí a medio plazo", resaltó. Al respecto, criticó que este tipo de convocatorias tengan "poco apoyo institucional" en Extremadura.