La ministra de Defensa, Carme Chacón, preside la entrega de los despachos a 530 nuevos sargentos de la XXXVI promoción de la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lérida), 34 de ellos extremeños, a la que por primera vez no ha asistido ningún miembro de la Familia Real.

Chacón, que el pasado año no pudo acudir a esta ceremonia, que entonces presidieron los Príncipes de Asturias, ha llegado en helicóptero hasta las instalaciones militares, donde ha estado acompañada por numerosas autoridades castrenses y políticas, entre ellas el consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig.

Concretamente, han recibido sus despachos 380 sargentos del Cuerpo General de las Armas, 33 de ellos mujeres, y 150 del Cuerpo de Especialistas, entre ellos 31 mujeres

La cifra global de sargentos de esta promoción, 530, es inferior a la del año pasado, en que se graduaron 601, aunque en cambio el número de mujeres ha aumentado ligeramente, de 62 a 64.

La mayoría de estos jóvenes militares, que tienen una edad media de 26 años, proceden principalmente de Andalucía (117), Madrid (81), Comunidad Valenciana (64), Castilla-León (51), Canarias (38), Galicia (35) y Extremadura (34). Cincuenta de ellos son de origen extranjero.

El número uno de este curso ha sido el sargento de Caballería Raúl Gil Espiritusanto, de Valladolid, al igual que el primero de la promoción anterior.

Gil ha recibido el diploma y una insignia de manos de la ministra Carme Chacón, en tanto que el consejero Puig le ha hecho entrega de una réplica de la espada de Jaime I el Conquistador, insignia que la Generalitat otorga desde hace treinta años al militar con mejores resultados académicos.

En declaraciones a la prensa, Gil, muy "orgulloso" de su paso por la academia leridana, ha explicado que "han sido dos años de mucho trabajo, de mucho estudio, de muchas horas de campo y de mucho frío", aunque ha asegurado que la experiencia "ha merecido y a la larga merecerá la pena".

El sargento Gil Espiritusanto se incorporará ahora a su nuevo destino: el grupo de Caballería de Ronda de la Legión.

"Mi meta es entrenar bien a mis hombres, aprender, sobre todo no dejar de aprender, y trabajar día a día", ha señalado.

Cerca de un millar de familiares han acudido a Talarn para apoyar a los nuevos sargentos en una larga ceremonia que, por suerte de los presentes, ha sido menos calurosa de lo habitual.

Tras recoger sus despachos, los sargentos han homenajeado a los que dieron su vida por España y, tras entonar el himno de la Academia, han protagonizado un último desfile vitoreados por el público.

Como siempre, el momento más emocionante de la mañana se ha vivido cuando el coronel director de la Academia, Luis Castuera, ha dado la orden de romper filas.

Los sargentos han lanzado entonces al unísono sus gorras al aire, para abrazarse después con sus compañeros y reunirse finalmente con sus familias.