Los extremeños no pierden la esperanza en la diosa fortuna. Desde que arrancara la crisis en el año 2008 el mercado del juego y las apuestas se ha reducido en la región en un 35%, pero el sector aún mueve 450 millones anuales en la comunidad, donde tentar la suerte cuesta a los aficionados una media de 405 euros anuales por persona. El gasto baja sobre todo en bingos, casinos y máquinas tragaperras y sube en el Euromillones y los cupones con premio instantáneo de la ONCE, que en el último año se consolidan como los juegos de azar favoritos de los extremeños. La Lotería Nacional se mantiene con pérdidas moderadas.

Según el último Informe Anual del Juego publicado por el Ministerio del Interior, los extremeños invirtieron en juegos de azar un total de 448 millones de euros en 2012. La cifra, elevada en comparación con la que registran otras comunidades de mayor renta, se reduce un 35% desde el 2008, año en el que la región invirtió la mayor cantidad en juego de toda la década: 679 millones de euros. Esta caída se ha traducido en pérdidas que superan los 55 millones de euros para el sector, que se habría visto casi igual de afectado por la crisis que por la ley antitabaco que impide fumar en locales de hostelería, bingos y casinos. Los 448 millones que los extremeños se jugaron el año pasado se reparten entre Loterías y Apuestas del Estado, en las que se gastaron 185 millones, un 3,6% menos; la ONCE, que se llevó 50 millones; los casinos, en los que se invirtieron 29; los bingos, peor parados con 25 millones y una caída del 63%, y las tragaperras con 159.

DOS CAUSAS "Es muy fácil. La caída se debe a dos factores fundamentales: la crisis y la ley antitabaco. El fumar es, por estrés o nerviosismo, algo intrínseco al juego. Por la simple incertidumbre de ganar o perder, sobre todo en el bingo, el jugador necesita un tranquilizante, que puede ser una coca-cola, un whisky o un cigarrillo. Al no contar con este último, una persona que antes estaba en el local una hora, ahora apenas aguanta media o 15 minutos", explica José María Iniesta, presidente de la Asociación Extremeña de Empresarios del Bingo y socio del Casino de Badajoz. Las salas de bingo son, junto a los casinos y las máquinas tragaperras, las más afectadas por la reducción de la inversión en juegos de azar. En el caso del bingo, según datos de Interior, en la región se jugaron el año pasado 25 millones de euros, un 63,2% menos que al inicio de la crisis. La caída en picado comenzó en el 2011.

Al jugar menos, obviamente los premios devengados también se han reducido (de 42 a 16 millones en el mismo periodo) y los ingresos del sector han caído de 25 a nueve millones en los cinco años. Sin embargo, aunque "con mucha dificultad" según Iniesta, se siguen manteniendo abiertas las ocho salas de Extremadura. "Esperamos mejorar un poco con la llegada de Eurovegas, porque si se permite fumar allí lo lógico es que el permiso se extienda al resto de salas", dice Iniesta, que recuerda además que los establecimientos hicieron una inversión para separar zonas de fumadores.

Quizá también por el efecto de la ley antitabaco, el gasto en máquinas tragaperras (que cae de 320 a 159 millones) y en el casino (que se reduce de 46 a 29) se ha visto má afectado. En el caso del casino --en la región solo hay uno, el de Badajoz--, que sin embargo ganó 4.250 visitantes en el último año (pasó de los 92.537 de 2011 a 96.787 en 2012), cabe destacar que se han reducido más los juegos en mesa que en máquinas. Y los empleados también han notado la crisis, pues el gasto de los clientes en propinas ha pasado de 700.000 euros a 300.000 actualmente.

Pero sin duda, los juegos de azar favoritos de los extremeños siguen siendo los de Loterías y Apuestas del Estado, donde se invirtieron 185 millones de euros. La caída apenas llega al 4%, pero la cifra es una de las menores cantidades jugadas en los últimos 10 años. El 2012 ha sido sin embargo, el año que más premios de Loterías y Apuestas del Estado se han devengado: 128 millones. Dentro de las apuestas disponibles, el juego favorito de los extremeños fue en el Euromillones, en el que se invirtieron 31 millones, dos más que el año anterior. En la Quiniela y la Bonoloto se mantuvo en ocho y 14 millones respectivamente, pero sin embargo en Lotería Nacional se ha pasado de gastar 93 a 87 millones. A la Primitiva se jugaron 46 millones.

Según el informe del Ministerio del Interior, también aguanta el tipo la ONCE, en cuyos juegos y cupones los extremeños invirtieron en 2012 un total de 50,4 millones de euros para recibir 22 en premios. "La crisis sí se nota, lo que ocurre es que el componente solidario llama", explica Fernando Rico, delegado territorial de la ONCE en Extremadura. Rico asegura que la organización cerró el 2012 con unas pérdidas del 2% en venta de cupones que todo apunta a que se van a repetir. En 2012 se jugaron solo en estos boletos 36,6 millones, frente a los 41,1 del año anterior. Sin embargo Rico reconoce que los nuevos juegos con premios instantáneos como el Rasca o el Eurojackpot van creciendo poco a poco y están teniendo mucho éxito: en ellos se gastaron un total de 8,4 millones en 2012.