Unas veces por la sequía, otras por la falta de mantenimiento de los montes o el abandono de la actividad agraria, la falta de prevención o de celo de los propietarios particulares, provocados deliberadamente o por imprudencias... más de 52.000 hectáreas de montes extremeños, principalmente de la provincia de Cáceres han sido arrasados en la última década como consecuencia de los incendios forestales. Desde el 2008 se han producido 7.852 incendios en la región según los datos del Ministerio de Agricultura.

La estadística pone de manifiesto que el número de siniestros ha mantenido en los últimos años una tendencia a la baja, aunque es cierto que no ha sucedido lo mismo con las hectáreas afectadas: en el 2017 se registró la cifra más baja de los diez últimos años, pero ardieron 5.410 hectáreas, más que con el millar de incendios que se produjeron en 2012.

El año más negro de la última década fue el 2015 con 12.781 hectáreas, de las que más de la mitad corresponden al incendio de la Sierra de Gata, que calcinó 7.832 hectáreas según los datos oficiales, durante los 28 días que se mantuvo activo entre el 6 de agosto y el 4 de septiembre. Más de 1.500 efectivos, 250 medios terrestres y 50 medios aéreos colaboraron en la extinción de este fuego que cambió la dinámica de la prevención de incendios en la región. No solo se creó el proyecto Mosaico con el que se pretende evitar la acumulación de grandes masas forestales diversificando los usos del terreno tal y como sucedía cuando la actividad agraria y forestal se compatibilizaban, sino que se tomaron medidas para permitir a la administración actuar en terrenos privados en los que pueda haber una amenaza de fuego y se extremó el celo en la confección de los planes de emergencia municipales, especialmente en los municipios con más riesgo de incendio.

Más prevención

Este año es el primero en el que la Consejería de Agricultura tiene la posibilidad de intervenir en los terrenos privados. Un decreto del año pasado (el decreto del 12 de septiembre de 2017) permite a la Junta realizar tareas preventivas contra los incendios forestales en montes de titularidad y gestión privada y ya se están haciendo. Se han elaborado una serie de proyectos que permitirán la ejecución de estos trabajos de las zonas de alto riesgo en terrenos privados (además de los desarrollados en los terrenos de gestión pública) tanto en el Valle del Árrago como en el Valle del Jola.

Los proyectos del Valle del Árrago, (en Santibáñez el Alto, Cadalso, Descargamaría y Robledillo de Gata) que cuentan con un presupuesto total de 2.152.503,51 euros, ya se han adjudicado y se prevé que los trabajos se inicien al final de la época de peligro alto de este año. En cuanto a los proyectos del Valle del Jola (Valencia de Alcántara, La Codosera y Alburquerque) están pendientes pasar por Consejo de Gobierno.

Además se están redactando 42 planes de emergencias municipales en las zonas de riesgo extremo (9) y alto riesgo de incendios (33), y después del verano se redactarán los informes de las localidades de más de 5.000 habitantes con riesgo medio y bajo, mediante una línea de ayudas de las diputaciones. r. c.