Entre 60.000 y 64.000 agricultores extremeños, según las previsiones de la organización profesional agraria Coag de Extremadura, pedirán la solicitud única de las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC) para 2016, cuya campaña se ha iniciado hoy.

El número de solicitudes será muy similar al registrado durante el pasado 2015, ha manifestado hoy a Efe el presidente de Coag Extremadura, Juan Moreno, pues no se esperan cambios muy significativos.

Durante el año pasado sí se apreció un descenso de solicitudes por comunidades autónomas, aunque "mínimo", debido a distintas iniciativas comunitarias que, sin embargo, no afectan a las cantidades a recibir por los territorios.

Según los datos de la organización agraria, más del 65 por ciento de los agricultores extremeños perceptores de las ayudas PAC serán mayores de 55 años, mientras que sólo un cinco por ciento son menores de 35 años.

Ha explicado que en la situación actual un gran número de agricultores de edad avanzada, muchos de ellos en edad de jubilación, se ven obligados a pedir estas ayudas para poder "subsistir" pues sus pensiones son "ínfimas" al ser de media algo más de 600 euros.

Moreno ha lamentado que las iniciativas autonómicas y estatales de apoyo al relevo generacional en el campo no tengan el mismo impulso a nivel comunitario, lo que hace "más difícil" realizar aquéllas.

Ha citado, por ejemplo, la liberalización del sistema de plantación del viñedo, que suprime la posibilidad de ceder los derechos de plantación de vides adquiridos generación tras generación, una medida comunitaria que "no es precisamente buena" para impulsar el relevo en el campo.

En cuanto al proceso de solicitudes, Moreno ha indicado que esta campaña incluye algunas mejorías para agilizar y hacer más fáciles los trámites, todo "sin levantar el pie" en cuanto a la inspección y el control.

En esta campaña, como ya aconteciera el pasado ejercicio, para poder cobrar las ayudas se exigirá el cumplimiento de la figura del agricultor activo, es decir, que quien perciba las ayudas realmente asume el riesgo empresarial de su explotación.

Para Moreno, esta medida exige mostrar unos ingresos mínimos de la actividad agraria, que la organización aspiraba a que fueran mayores, para acreditar así de forma más sólida esa actividad, pero "las circunstancias son las que son, las que pone la UE".