Un total de 600 alumnos extremeños de primero de Bachillerato aprenderán este curso 2019-2020 qué hacer y maniobras de reanimación ante una situación de parada cardiorespiratoria, ya que los primeros cinco minutos son básicos para salvar una vida.
El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles; el secretario general de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz; y el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Extremadura, Álvaro Valverde, han presentado este miércoles la Campaña de Difusión de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) para escolares.
En los primeros momentos hay que seguir tres pasos, según Vergeles: identificar el problema, alertar a los servicios de emergencia y hacer las maniobras de primeros auxilios.
Valverde ha considerado que esto debería ser "como saber andar o montar en bicicleta", ya que si se actúa correctamente los primeros cinco minutos, con las maniobras de reanimación primero y con un desfibrilador semiautomático externo después, se puede salvar la vida hasta en un 70% de los casos.
La tasa de superviviencia por las paradas que se producen en la calle, unas 30.000 al año en España, es del 10%, mientras que en EEUU es del 50%, ha concretado.
Por cada minuto de retraso hasta la llegada de los servicios sanitarios se reducen un 10% las posibilidades de éxito, por lo que se trata de la diferencia entre "la vida y la muerte", ha subrayado el presidente de Semes, organización que se encargará de formar a los estudiantes.
En España tres de cada diez personas tienen formación, pero únicamente se actúa en uno de cada cinco casos porque solo una sabe lo que hay que hacer, ha apuntado.
Valverde ha explicado que se ha escogido a los alumnos de primero de Bachillerato porque por su edad, en torno a 16 años, se pueden ver ya envueltos en situaciones de riesgo por el uso de ciclomotores, por hacer deporte de forma más intensa o por las salidas nocturnas.
Además, están más desarrollados corporalmente, lo que es importante para que la maniobra sea eficaz, ha comentado, ya que la frecuencia de las compresiones sobre el esternón es de 120 por minuto.
El vicepresidente, que ha señalado que solo en el 25 de los casos se actúa bien, ha subrayado que las enfermedades cardiovasculares suponen más de 3.500 muertes al año en Extremadura.
Y dentro de ellas, ha precisado, las dos primeras son los infartos y los ictus, con unos 1.000 y 980 fallecidos al año, respectivamente.
Vergeles ha indicado que la tasa de paradas cardiorespiratorias es de 60 por cada 100.000 habitantes, lo que representa 650 al año en Extremadura.
El vicepresidente ha asegurado que saber actuar en más importante incluso que contar con desfibriladores, ya que, más allá de la supervivencia, afecta al estado neurológico del paciente.
Dependiendo del tiempo que se pase sin riego en el cerebro, la recuperación puede ser mucho peor, ha apuntado.
De la Cruz, que ha recordado la iniciativa de la Junta para que todos los centros educativos extremeños cuenten con estos aparatos, en colaboración con las diputaciones provinciales, ha destacado la importancia de esta campaña informativa con el ejemplo de lo que ocurrió en enero en el IES Norba Caesarina de Cáceres, cuando dos alumnos salvaron a un compañero al saber aplicarle los primeros auxilios.
La formación, en horario lectivo, se llevará a cabo en seis institutos y dos centros concertados de las ocho áreas de salud de Extremadura hasta febrero o marzo. En cada sesión, para grupos de 80 alumnos, se usarán 20 muñecos inflables, sobre los que harán las maniobras. Los centros son: el Instituto San Fernando de Badajoz, el Donoso Cortés de Don Benito, el Javier García Téllez de Cáceres, el Parque de Monfragüe de Plasencia, el Zurbarán de Navalmoral de la Mata y el Alagón de Coria, mientras que los concertados son el María Auxiliadora de Mérida y el San Francisco Javier de Fuente de Cantos.
Vergeles ha recordado que la asociación Dya ya formó a 14.500 escolares y que la idea es que la formación vaya "calando" poco a poco.
