La violencia de la banda terrorista ETA dejó 72 víctimas extremeñas, 52 de ellas mortales, las cuales han recibido hoy un homenaje en Badajoz con motivo del acto de conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.

En este acto han participado la delegada en la comunidad de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Inmaculada Sánchez Polo; la secretaria general de Política Territorial y Administración Local de la Junta de Extremadura, Nieves Esteban; y el presidente del PP autonómico, José Antonio Monago, entre otros.

Sánchez Polo ha leído un manifiesto en el que se ha recordado que durante casi medio siglo España ha vivido la amenaza de una organización terrorista que, aunque lleva tiempo sin matar, "sigue existiendo y pretendiendo condicionar la vida política del país".

"Solo se tiene que ver el recibimiento brindado a Arnaldo Otegui y sus declaraciones para ver cómo se intenta blanquear el pasado y venderlo como un conflicto que no existió", ha indicado.

Esto demuestra, según el manifiesto, que quienes sienten la tentación de vender el terrorismo, y por ende a las víctimas, como algo del pasado, están equivocados.

El terrorismo en lo referente a ETA terminará en el país cuando "por fin sea asumido y aceptado por todos un relato con vencedores y vencidos, un relato donde el Estado de derecho debe de imponerse sobre los terroristas", ha dicho Sánchez Polo.

En el acto, celebrado en la rotonda de Badajoz que homenajea a estas víctimas, también se ha hecho mención a las nuevas formas de terrorismo, como por ejemplo la yihadista, que ha golpeado especialmente a París (Francia).

En palabras del alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, hay que seguir poniendo en valor la democracia en la lucha contra el terrorismo, no solo por las actuales amenazas, sino para que lo conozcan las nuevas generaciones.

Por su parte, el guardia civil Antonio Guerra ha relatado a Efe cómo ha sido su vida tras sufrir un atentado de ETA en Algorta (Vizcaya) en 1982, que le desgajó la mano derecha y le obligó a usar una prótesis.

El atentado no le ha impedido tener un taller o montar en moto, ha dicho Guerra, que desde hace poco tiempo cuenta con una mano biónica que le facilita aún más la movilidad.