A las dos del mediodía de ayer, fecha en la que expiraban los plazos para el cierre de la mina de Aguablanca de Monesterio y el despido de todos sus trabajadores, se levantó el encierro que durante los últimos veinticuatro días han venido protagonizando quienes se han convertido en héroes de una causa, casi perdida en sus primeros momentos, y que al final se ha saldado con un acuerdo "muchísimo mejor que el que inicialmente pretendía la dirección de la empresa".

Los miembros del comité llegaron a la antigua sede de la Mancomunidad de Tentudía acompañados por miembros de las Federaciones de UGT y CCOO, los alcaldes de Monesterio y Santa Olalla y el secretario general de CCOO, Julián Carretero. Venían de Mérida, de la sede de la Fundación de Relaciones Laborales, de poner rúbrica al acuerdo ratificado la madrugada anterior por la asamblea de trabajadores, mediante el cual se amplía el Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE), hasta el próximo día 30 de junio, y se consiguen una serie de mejoras para el despido, como los máximos legales en las cuantías de indemnización. Asimismo, se compensan los meses perdidos de prestaciones de paro y se favorecen considerablemente las prejubilaciones de los mayores de 55 años. En el edificio les esperaban, y les recibieron con un cariñoso aplauso, compañeros, familiares y amigos, que a lo largo de la mañana habían ido desalojando este local, cedido por el ayuntamiento, de colchones, mantas, hamacas y otros enseres. El alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, muy emocionado, en representación de los alcaldes de los municipios afectados, manifestó que el apoyo unánime de toda la sociedad, de sus representantes políticos, de las instituciones y de las centrales sindicales con esta "justa reivindicación", ha supuesto la consecución de un acuerdo "satisfactorio para los trabajadores". Para Garrote la firma de este acuerdo supone sobre todo "ganar el tiempo necesario para que Aguablanca no se cierre"; y en este sentido avanzó que mañana lunes está prevista una reunión entre el consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, con algunas empresas que pudieran estar interesadas en la compra de la mina.

El presidente del comité de empresa, Eloy Sánchez agradeció públicamente el apoyo recibido por parte de "todos los que desde un principio creísteis en nuestra lucha"; un objetivo "difícil de conseguir, por estar sujeto una Reforma Laboral que se lo ponía muy fácil a la empresa y muy complicado a los trabajadores". Sánchez reconoció el trabajo de todos sus compañeros y compañeras, a los familiares, a los vecinos, a las corporaciones municipales de Monesterio, Santa Olalla del Cala, El Real de la Jara y Cala, a las centrales sindicales, así como a los medios de comunicación y a todas aquellas personas e instituciones que les han apoyado desde el primer momento, en un encierro "que ha sido duro, pero provechoso".

Punto de inflexión

Julián Carretero, que disculpó la presencia del secretario general de UGT Francisco Capilla, por su participación en el 42º Congreso Confederal de UGT, tildó el momento de "histórico", porque "la unidad ha hecho hito". Carretero calificó el acuerdo alcanzado entre empresas y trabajadores de "positivo", y con "unas condiciones que no son ni mucho menos a las que estamos acostumbrados en Extremadura". El secretario general de CCOO considera que el acuerdo contempla "unas buenas condiciones de salida, aunque la salida nunca es una buena situación". Este pacto, marcado por la lucha obrera, "abre puertas de futuro"; y es que, tal y como se ha puesto de manifiesto también a través de la unidad de los gobiernos extremeño, andaluz y el Ministerio de Industria, este no es más que "un primer objetivo que debe poner en marcha todos aquellos mecanismos" destinados a que la mina de Aguablanca pueda continuar su producción hasta agotar los recursos existentes.

Desde la capital extremeña, el presidente Fernández Vara, tras conocerse la firma del acuerdo, incidió en que "aunque limitada, como todas la minas", el yacimiento de Aguablanca "es una explotación rentable". Para Vara, "el objetivo de la Administración autonómica es que la mina pueda seguir existiendo y los trabajadores puedan trabajar allí". En este contexto explica que el Ejecutivo "sigue hablando con empresas y entidades que tienen interés en la mina", y recordó que esta explotación "no se cierra porque tenga pérdidas".

Entre abrazos y lágrimas, los trabajadores y trabajadoras, sus familiares, los representantes políticos y sindicales levantaron el encierro de veinticuatro días en los altos del mercado de abastos de Monesterio, no sin antes cantar por última vez entre las paredes de este edificio el himno a Santa Bárbara, que ha venido acompañando las reivindicaciones de quienes no se conforman con las indemnizaciones pactadas, pues, la firma del acuerdo lleva aparejado el compromiso hecho público por las administraciones de seguir trabajando para encontrar un comprador que continúe desarrollando este proyecto minero.