Por sexto año consecutivo, Extremadura va camino de acabar este ejercicio con peores cifras de siniestralidad laboral que el anterior. Con datos del Ministerio de Trabajo, durante los primeros siete meses del 2018 se han producido 6.441 percances durante la jornada laboral en la comunidad autónoma, un 5,3% más que en el mismo periodo del 2017. Y si en el caso de los mortales la cifra no ha variado entre uno y otro año, la de los accidentes de carácter grave sí que ha aumentado de forma notable, un 19,2%.

«Hay una dejadez brutal por parte de la patronal extremeña a la hora de prevenir los riesgos y los accidentes laborales», sostiene Alberto Franco, secretario de Salud Laboral de CCOO de Extremadura. «No invierten ni un solo euro en medidas de prevención», apostilla. Este responsable sindical pone como ejemplo los dos últimos percances mortales sucedidos en la región. Ocurrieron en agosto —por lo que todavía no están recogidos por la estadística del ministerio— en Plasencia y Navalmoral de la Mata. «Uno fue porque un camión se cayó por un desnivel de un metro. Ese trabajador posiblemente se hubiese podido salvar de haberse señalizado el desnivel como marca la legislación vigente», precisa. El segundo se produjo, añade, cuando «una persona que estaba en un andamio se cayó desde dos metros de altura. Veremos cuando tengamos la investigación hecha por parte de la inspección, pero no hay que ser muy experto para concluir que, si hubiese estado atado con los arneses y el cinturón de seguridad, ese trabajador no se cae el suelo».

La mitad de los accidentes registrados hasta julio (3.226) se produjeron en el sector servicios; otros 1.490 en el agrario; 997 en la industria; y 728 en la construcción.

Aunque el aumento de la siniestralidad puede venir motivado, en parte, por la mejora de la actividad económica, lo cierto es que las estadísticas revelan que el índice de incidencia (los accidentes por cada cien mil trabajadores) se ha incrementado un 25% entre el 2012 y el 2017. «Esto lo que nos viene a demostrar es que se sigue sin invertir en prevención de riesgos laborales en las empresas. Que los trabajadores no tienen ni la formación ni la información necesaria para desempeñar su puesto», resalta María José Ladera, secretaría de Salud Laboral de UGT de Extremadura, para quien «La salud laboral en los centros de trabajo no tiene una importancia de primer orden, como debería ser. En muchos casos, lo hacen como un mero trámite».

Uno de cada dos accidentes laborales registrados en la región el año pasado los sufrieron trabajadores con menos de un año de antigüedad en la empresa. Un 17% no llegaba ni siquiera al mes. «La siniestralidad laboral está relacionada con la temporalidad y con la parcialidad. Incluso muchas veces con el incumplimiento del convenio colectivo en materia de jornada laboral, lo que provoca falta de atención. No es lo mismo cuando llevas dos horas de trabajo que cuando vas por la novena o la décima», puntualiza Ladera.

«El empresario está obligado, cuando un trabajador entra en su empresa, a formarlo y prevenirle de los riesgos que conlleva su puesto», incide Alberto Franco, quien llama la atención también sobre el hecho de que «No hay una vigilancia eficaz por parte de la Inspección de Trabajo. Faltan inspectores».