Los nuevos aceleradores lineales de los hospitales universitarios de Cáceres y Badajoz empezarán a funcionar a finales de 2020, mientras que el del área de Salud de Mérida lo hará a mediados de 2021 y el de Plasencia en 2022.

Estas son las previsiones que tiene al respecto la Vicepresidencia segunda y Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, cuyo titular, José María Vergeles ha comparecido este miércoles en rueda de prensa para informar del "desbloqueo" para la dotación de esta tecnología sanitaria destinada al tratamiento con radioterapia para pacientes con determinados tumores.

Vergeles ha recordado que, con cargo a los fondos Feder, en los que la comunidad autónoma aporta un 20%, ya se cambió y se sustituyó uno de los dos aceleradores lineales existentes en el Hospital Universitario de Badajoz, con un presupuesto de 3,9 millones de euros, un equipo "muy avanzado" que ya está en marcha.

Además de este, el sistema sanitario extremeño contará con otros cuatro nuevos equipos en Cáceres, Badajoz, Mérida y Plasencia que se adquirirán con cargo a los fondos que donó la Fundación Amancio Ortega, con la que se firmó un convenio en 2017 por un total de 12,8 millones de euros para este fin y para adquirir otros aparatos de diagnóstico, como tres equipos de Tomografía Axial Computarizada (TAC), ya comprados.

El consejero ha recordado que la Junta inició el proceso de compra de estos cuatro aceleradores hace más de un año, pero la guerra legal entre las dos únicas empresas que los fabrican y comercializan ha mantenido el proceso paralizado hasta la sentencia reciente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), que ha dado la razón a una de ellas, Elekta Medical.

Mañana termina el plazo para que la otra, Varian Medical System, pueda presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo, pero la Junta irá adelante en el proceso de adquisición de acuerdo con lo determinado por el TSJEx, ha precisado José María Vergeles.