La psicóloga Julia Rodríguez, experta en población, advierte que el verano, si bien es una estación querida por mucha gente, puede ser en cambio una fuente de "ansiedad" e incluso "sufrimiento" para aquellos que están acomplejados por su propio cuerpo, el cual está más a la vista ante la necesidad de llevar ropas más ligeras y escuetas debido al calor.

Esta profesional, cuyo gabinete se encuentra en Mérida, recuerda que en verano se suele acudir a playas o piscinas para refrescarse, al tiempo que se intensifica "la vida social en la calle", la cual se amplía en "dos horas más hacia la noche". Pero, apunta, "estas acciones que para la mayoría son gestos de alivio, para otros supone el inicio de la temporada de complejos corporales", lo cual puede generar "inseguridad personal, aislamiento, incapacitación social y sufrimiento", según expone esta experta en una nota de prensa.

"Cuando no nos gusta nuestro cuerpo, no nos gustamos a nosotros mismos, y sentimos una intensa ansiedad ante la mirada de los demás, haciendo que acudir a la playa o comprar ropa se convierta en un paseo por la frustración", advierte. Para esta psicóloga, esa insatisfacción es el resultado de la presión social y cultural "que el culto al escurridizo cuerpo perfecto ejerce sobre nosotros", comenta.

SIN MODELO UNICO En este contexto, "son las mujeres más jóvenes las más afectadas". De hecho, aclara, una reciente encuesta realizada en once países por una firma de cosméticos revela que sólo el 2% de las españolas se sienten cómodas con su cuerpo, y que el 72% de las adolescentes esconden su cuerpo por complejos, asegurando el 90% de ellas que están gorditas aún estando en su peso o por debajo.

Para hacer frente a este fenómeno, Rodríguez señala que "la clave es entender que, por mucho que nos lo quieran imponer, no existe un modelo físico único, y que el valor está en la diversidad". A este respecto, aconseja, "lo mejor que tenemos para lucir en verano es una sonrisa espectacular".