Las previsiones meteorológicas para este verano, que empieza hoy, apuntan a que será más cálido de lo habitual, con precipitaciones dentro de la media, según los datos ofrecidos ayer por el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología de Extremadura (Aemet), Marcelino Núñez. Durante los meses de julio, agosto y septiembre se prevé que la temperatura máxima media alcance los 32,9 grados en la provincia de Badajoz y 31,4 en Cáceres, mientras que las mínimas se situarían en 16,2 y 17,9.

Este periodo viene precedido además por una primavera «muy cálida», con una temperatura media de 15,6 grados (0,9 más que la media de referencia) y «muy seca», al ser la novena con menos precipitaciones de los últimos 39 años, según Núñez. Además, las precipitaciones medias para toda la comunidad durante los tres últimos meses han sido de 109 litros por metro cuadrado, contribuyendo con ello a que el balance de lo que va de año hidrológico sea «seco».

PRIMAVERA MUY CÁLIDA / Mayo fue el mes que provocó estos valores de precipitaciones por debajo de la media, pues solo se registró un 12% de lo habitual, contrastando así con un abril húmedo y con un marzo normal. En cuanto a las temperaturas de los tres últimos meses, los valores registrados propician que el periodo se considere «muy cálido», el octavo con más calor de los últimos 39 años, debido principalmente a marzo y mayo. Sin embargo, en lo que va de junio se han registrado cifras récord en más de 30 estaciones meteorológicas extremeñas en cuanto a temperaturas por debajo de la media, similar a muchas zonas de España.

En los próximos días se saldrá de este «impasse» de temperaturas bajas en la comunidad autónoma, para alcanzarse valores cercanos a los 35 grados, adelantó Núñez. Las temperaturas partirán del entorno de los 27 grados registrados durante las últimas jornadas para continuar en ascenso de forma progresiva durante los próximos días.

En cuanto a los fenómenos meteorológicos más significativos durante la primavera se encuentran las tormentas de finales de marzo, con precipitaciones torrenciales, un temporal atlántico cuando concluía abril, y episodios de temperaturas altas a mediados de mayo.

Por su parte, las previsiones apuntan que de julio a septiembre habrá una mayor probabilidad de temperaturas superiores a los valores climatológicos del periodo de referencia, mientras que las precipitaciones serán cercanas a las cifras medias. «¿Habrá alguna ola de calor en verano?», se preguntó Núñez. «Lo más normal es que sí».