El director de la Agencia Extremeña de la Energía (AEE), Fernando López, señaló que "es muy importante" que se empiecen a plantear alternativas a la central nuclear de Almaraz, toda vez que, según señaló, esta instalación cerrará en un plazo de 15 años. López explicó que, hasta el momento, no ha sido necesario buscar otras fuentes energéticas, "puesto que la nuclear de Almaraz cubre con creces la demanda regional, y somos de las pocas regiones que tienen superávit en este aspecto".

De hecho, la central produce, según los datos recogidos en el Balance del Sector Energético de Extremadura, referido al 2002, 16.183 gigawatios por hora (GWh), a los que se suman los 1.615 GWh de la producción hidráulica y los apenas 0,025 GWh de las renovables. En el lado del consumo, la región demanda al año 15.336 GWh, pero menos de 4.000 se refieren a la electricidad, primando el consumo de gas, gasolinas y gasóleos.

CAMBIO DE PANORAMA Sin embargo, el cierre de Almaraz, precisamente por la dependencia productiva de esta instalación, alteraría el panorama significativamente, y Extremadura tendría que importar, además de todos los derivados del petróleo, la mitad de la energía eléctrica que consumiese.

Por ello, la región pasaría de tener un sector "equilibrado en general, y muy excedentario en cuanto a producción eléctrica", según el director de la AEE, a una situación "problemática, sino se actúa en las alternativas".

En cuanto a las opciones, López indicó que, por un lado, estarían las energías renovables "que pueden ir absorbiendo producción", y dentro de éstas, aludió como las más viables a la térmica y la procedente de la biomasa. Respecto a la primera indicó que tiene muchas posibilidades por explotar, sobre todo en el consumo doméstico, mientras que en la segunda "aún falla algo el negocio, las dimensiones de los proyectos, pero no la tecnología, que está ahí".

MINIPARQUES EOLICOS Por lo que se refiere a otras renovables, el director de la agencia manifestó que, actualmente, la fotovoltaica aún es muy cara, mientras que en la eólica, "la cuestión es que Extremadura es muy conservadora de su medio ambiente, y, si a eso se une que somos excedentarios en electricidad, no extraña que la Junta, si no ve un proyecto claro, con incidencia socioeconómica, no abra la mano". En todo caso advirtió de que "no debemos confiar demasiado en la energía eólica en la región, porque las condiciones de Extremadura hacen que no sean rentables grandes instalaciones; si acaso, miniparques en determinadas zonas".

En cuanto a otras alternativas, López hizo mención a las centrales de ciclo combinado "menos contaminantes que las de carbón". Además, este tipo de instalaciones, que utilizan el gas natural como combustible para producir electricidad, permiten una aportación regular de energía, que no aseguran las hidráulicas, y suplirían las limitaciones de las nucleares, abocadas no sólo a no aumentar su producción, sino a desaparecer paulatinamente.

En cualquier caso, el director de la AEE explicó que a este organismo aún no ha llegado ninguno de los proyectos desvelados por EL PERIODICO hace unas fechas. Según indicó, "es posible que se estén estudiando, pero todavía no hay prisas".

El director de la agencia no prevé un colapso de la red extremeña en el caso de que las alternativas no estuvieran listas para cuando se cierre Almaraz, "porque engancharíamos con la red nacional", que ya se está preparando para asumir la demanda creciente de energía.