Gustav, Hanna, Ike y Josephine van este año al Caribe. No se trata de una familia tipo sueca en busca de calor y aguas cristalinas, sino de los nombres de los cuatro huracanes que, uno tras otro, como perlas de un collar, han cruzado, cruzan o cruzarán el área en las próximas horas, pero que no parecen estar ahuyentando a los turistas extremeños con deseos de viajar a la zona ni desanimando a los turoperadores, que mantienen incólumes sus ofertas. En ninguna de las agencias de viajes consultadas por EL PERIODICO se ha producido la cancelación de viajes por este motivo y tampoco están apreciando una caída de su demanda por esta causa.

Juan Miguel Fernández, de Viajes Suroeste, en Cáceres, explica que por el momento "se ha notado poco" el efecto de los huracanes y las tormentas en la contratación de viajes al Caribe, aunque, eso sí, los clientes "piden ahora más información sobre el tema". Además, Fernández apunta que los viajeros se están decantando algo más por los destinos caribeños que estos días han sido castigados en menor medida por el mal tiempo, como Cancún o la Riviera Maya.

"En principio no ha influido en nada. Para el Caribe estaba todo hecho desde mayo, junio o julio", declara Plácido Gómez, director comercial de Viajes Ecuador en Plasencia. "Tenemos gente allí y hablamos con ellos cada tres o cuatro días y, de momento, están tranquilos y sin ningún problema", aseguran en esta agencia.

También en Viajes Puente Real tienen actualmente clientes en la zona. "No están afectados y el tiempo es estupendo", dice en esta agencia pacense Noemí Morales. "A partir de este domingo --por hoy-- salen muchos más para Punta Cana o México", indica Morales, que agrega que, en caso de cancelación, el cliente se arriesga a perder la práctica totalidad de lo desembolsado --"casi el cien por cien si es en la última semana"-- a menos que cuente con un seguro de cancelación. "En estos casos --en referencia a las cuestiones meteorológicas-- debe ser la compañía o el mayorista quien cancele el viaje".

Para Francisco Carlos Rodríguez, de Barceló Viajes, en Mérida, si los desplazamientos al Caribe se están resintiendo es más por la crisis económica que por otra cosa. "La gente se decanta más por destinos nacionales. Es una tendencia de todo el verano". Una situación que está obligando a los turoperadores a ajustar precios. Un viaje de última hora de siete noches todo incluido al Caribe con fecha de salida fijada para el día de hoy se vendía en esta agencia por 557 euros. Hace un año, ese mismo viaje superaba en circunstancias normales los mil euros.

Salvador de Pablo, director de Comunicación de Orizonia Corporación --líder en España con marcas como Viajes Iberia y las mayoristas Solplan, Viva Tour e Iberojet-- alude a "la imprevisibilidad de la meteorología" para explicar que su empresa siga ofreciendo sus servicios a los clientes que lo soliciten. No solo eso, más allá de que sea imposible fijar con cierta antelación los días de paso de un huracán, más difícil es conocer su trayectoria y su intensidad. Dicho de otro modo, el rebufo de un huracán de gran intensidad puede ser más peligroso que estar en el ojo de un huracán de poca fuerza. "No hay certezas", argumenta. "La mejor forma de no ver las vacaciones arruinadas por la lluvia es evitar la época de los cambios bruscos de tiempo", advierte De Pablo.