La producción de almendra crecerá esta campaña casi un 40% en Extremadura, hasta acercarse a las 2.800 toneladas. No solo eso, aunque todavía hay varias regiones españolas que se mueven en cifras muy superiores en términos absolutos, la comunidad extremeña es la que ha experimentado un mayor crecimiento porcentual en el último lustro en la cosecha de este fruto seco, lo que parece apuntar a que cada vez se está apostando más fuerte por su cultivo.

De acuerdo a las estimaciones de la Mesa de Nacional de Frutos Secos —integrada por Cooperativas Agro-alimentarias, Asaja, COAG, UPA y la Asociación Española de Organizaciones de Productores de Frutos Secos y Algarrobas (Aeofruse)— desde el 2014 la producción de almendra grano ha aumentado en Extremadura un 179,5%, alza muy superior al 18,3% de promedio nacional.

Bioterra, una sociedad agraria de transformación constituida en 1992 por la unión de productores de frutos secos de toda Extremadura, concentra la mayor parte de superficie de almendros que hay en la región. Cuenta con alrededor de seiscientos socios, que tienen plantaciones distribuidas en ochenta municipios de Extremadura y en otras tres comunidades autónomas (también en las dos Castillas y Andalucía). Su director general, Antonio Pérez Amaya, explica que el importante repunte que se prevé para la cosecha regional de este año viene motivado fundamentalmente por la «entrada en producción» de alrededor de mil hectáreas de plantaciones nuevas. «Si no hubiese sido por eso la estimación de cosecha hubiera sido mucho más baja porque en Extremadura este año estamos teniendo problemas por la sequía», arguye. Falta de precipitaciones a la que se han unido las pérdidas que en algunas zonas causaron las heladas en marzo.

A día de hoy, aclara el director general de Bioterra, hay casi diez mil hectáreas de almendros en Extremadura, de las que en entre 7.000 y 7.500 se puede recolectar ya fruto —el árbol tarda dos años en ser productivo, por los que todas estarán rindiendo ya en 2021.

Para este año, la Mesa de Nacional de Frutos Secos estima que la producción española de almendra crecerá ligeramente (un 0,71%, hasta las 62.568 toneladas), lo que supondrá mantenerse en los niveles récord del 2018. España es el tercer país productor de almendra del mundo, después de EEUU —que acapara más del 80%— y Australia. Del otro lado, la demanda global se ha ido incrementando en los últimos años.

Las 2.795 toneladas de almendras calculadas este año para Extremadura quedan lejos de las que se cosecharán en regiones como Aragón, donde se prevén 16.706, Andalucía (14.959) o Castilla-La Mancha (7.954). No obstante, Pérez hace hincapié en que el crecimiento extremeño es el más alto del país en el último lustro y en que en Extremadura comienza a haber ya una «cultura del almendro».

En este sentido, destaca que el sector se ha profesionalizado y mecanizado, y también el papel que ha jugado en este auge «la labor que ha hecho en los últimos 20 años Bioterra en Extremadura «asesorando, promocionando e informando» sobre el cultivo de este árbol.

«De hecho, las plantaciones hasta hace unos años tenían unas medias de producción bajísimas que en algunos casos se han multiplicado hasta por diez. La incorporación de nuevas variedades, y la mecanización junto con el riego, han hecho que, lógicamente, hoy por hoy el cultivo del almendro esté muy profesionalizado y no tenga nada que ver con el de hace siete u ocho años», aduce.

4.000 hectáreas

Esta sociedad cuenta con alrededor de 4.000 hectáreas propias de sus socios a las que se suman las de otros productores cuya cosecha acaba procesándose también en las instalaciones que tiene en Corte de Peleas. Este año espera transformar unas 4.500 toneladas de almendra en grano, que luego comercializará con dos marcas: Bioterra para la línea ‘bio’ y Ñuts para la convencional. «Podemos ofertar prácticamente todo lo que se puede hacer con almendra: cruda, tostada, repelada, aceite de almendra...», apunta. Una gama con «más de sesenta referencias» que incluye algunas con diferentes tipos de chocolates, caramelizadas o con chili, y a la que este año ha sumado tres nuevas: con curry, con orégano y con pimentón de La Vera. En el 2018, casi tres cuartas partes de su producción se destinó a la exportación, que fue a parar a un total de 21 países.