Tras la huellas de Anastasio Arroyo Gironda y Pedro González Hernández, fusilados en agosto de 1936, junto con otros tres varones sin identificar, en las inmediaciones de la fuente de El Pocillo, en el término de Villanueva de la Vera. Familiares y amigos de estos últimos los buscan debajo de la tierra desde primeras horas de esta mañana con el fin de recuperar sus restos mortales y darles un entierro digno, después de permanecer setenta y tres años sepultados en un prado del paraje de Aguas frías .

Los hechos luctuosos se produjeron el día ocho de agosto de 1936, en medio de las matanzas que se venían practicando en las localidades de Madrigal y Villanueva de la Vera. En esa fecha fue detenido Anastasio Arroyo, alcalde socialista de Talaveruela. A continuación "fueron a buscar a Pedro a la finca donde trabajaba", según detalló ayer este diario la Asociación Nuestra Memoria de Toledo y la Sierra de Gredos.

Ambos fueron trasladados a Madrigal. Los vecinos cuentan, según la citada agrupación, "que Anastasio estuvo atado a la reja de la vetana del médico hasta la caida de la tarde". Posteriormente, cuando las altas temperaturas que se registraron ese día en la zona habían descendido, los subieron a un camión junto con otros tres hombres que estaban detenidos. Cuando partieron del pueblo los guardias de asalto y los falangistas que iban al frente del convoy aseguraron que serían trasladados a Mérida.

Sin embargo no habían llegado a la localidad siguiente (Villanueva de la Vera), cuando el vehículo se detuvo. Los hicieron bajar, metiéndolos en el interior de los prados allí existentes. Mientras los detenidos cavaban su propia fosa, algunos vecinos de aquel paraje, entonces muy poblado por cabreros, se acercaron al grupo, aunque antes de llegar recibieron el alto optando por abandonar el lugar ante el presagio de lo que iba a suceder. No obstante uno de los que se alejaban se escondió entre los matorrales y otro se dio la vuelta con los mulos. Al llegar a la Revuelta de la Mina oyó los disparos. "Los mataron y los malenterraron" , asegura que la asociación que rescatado esta truculenta historia.

De los otros tres asesinados nada se sabe. Anastasio, de treinta y tres años, dejó un hijo de nueve años, ya fallecido, y Pedro, de veintidós, una hija de cuatro meses, que todavía vive.

Biografías

Anastasio Arroyo nació en Talaveruela de la Vera en 1903. Siendo muy joven emigró a Francia, trasladándose posteriormente a Madrid, donde trabajó de chófer en casa del Marqués de Esquilache. Allí conoció a Manuela, que trabajaba en el servicio de la marquesa, con la que se casaría, trasladándose a vivir a La Vera. El encontró trabajo como secretario del juzgado de Jarandilla, hasta 1934. Año en el que fue elegido alcalde de Talaveruela por el PSOE. En las elecciones de 1936, volvió a renovar el cargo.

No se sabe donde nació Pedro González, sí se conoce que era hijo de jornaleros y que tenía siete hermanos. Trabajaba como vaquero de reses bravas.

Anastasio y Pedro llegaron a ser grandes amigos, convirtiéndose en una pareja muy afamada en los mítines que intervenían en los pueblos de La Vera, ya que este último cantaba muy bien y entretenía a la gente con sus cantes, mientras comenzaba el acto. Ahora quizás los dos puedan tener el entierro digno que sus familiares quieren.