El nuevo alcalde de Mérida, el socialista Ángel Calle, destaca en su investidura que quiere "recuperar la normalidad democrática" y que la ciudad "debe dejar de ser desde hoy un foco de crispación y bronca política", porque esa etapa "la han desterrado los ciudadanos con sus votos", informa la agencia Efe. La corporación municipal emeritense, integrada por 13 concejales del PSOE y 12 del PP, se constituyó en el Centro Cultural Alcazaba, en una sesión plenaria a la que asistió numeroso público, entre los que se encontraban el presidente electo de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el vicepresidente en funciones del Gobierno extremeño, Ignacio Sánchez Amor, y el ex alcalde socialista Antonio Vélez. Tras constituirse la mesa de edad y leer la secretaria la normativa de constitución de la nueva corporación municipal, los concejales electos prometieron o juraron sus cargos y tomaron posesión de sus actas, para posteriormente proceder a la elección de alcalde. La sesión se desarrolló con continuas interrupciones por aplausos, sobre todo dirigidas a los ediles socialistas, y hubo algún abucheo al anunciar la secretaria que el concejal electo por el PP Manuel Gámez había renunciado a tomar su acta de edil en favor de la número 14 de la lista popular, Gema Fernández Villalobo.Después de recibir el bastón de mando, que en un gesto ofreció a todos los emeritenses, la primera intervención de Ángel Calle como nuevo alcalde de Mérida fue para solicitar a los asistentes "absoluto respeto" ante la intervención de la candidata del PP a la Alcaldía y a partir de hoy portavoz de la oposición, Pilar Vargas. Por su parte, Vargas agradeció a todos los emeritenses su participación en las elecciones y anunció que realizará una oposición "firme, respetuosa y seria", siempre guiada, dijo, "por el interés de los emeritenses". Tras reconocer el trabajo realizado por la corporación saliente, en especial la labor del anterior alcalde, Pedro Acedo, que no asistió a la sesión plenaria, Pilar Vargas reivindicó la política desarrollada por el equipo de gobierno saliente y se refirió en concreto a algunas de las actuaciones más polémicas "gestadas" por el PP y por cuya continuación abogó, como las obras de la Ciudad Deportiva, del Hernán Cortés o del geriátrico de Los Bodegones. En su primer discurso como alcalde, Ángel Calle, por su parte, que consideró que hoy no era día para hablar de compromisos electorales, planteó lo que serán los ejes de su actuación en los próximos cuatro años, centrados en el fomento de la participación ciudadana, la regeneración democrática, el valor de la política o su pasión por Mérida. Calle explicó que el PSOE va a "gobernar con los emeritenses, no por delegación, sino en el día a día, escuchando, conciliando intereses, explorando los conflictos y los desacuerdos, promoviendo consensos y bajando los despachos a la calle". Instó a la participación de todos en la construcción del futuro de la ciudad y anunció que admitirá "la disensión como parte de nuestra salud democrática", además de insistir en que "gastará" todas sus energías en traer a Mérida "un nuevo ambiente social apacible y grato", donde "nadie vuelva a sufrir por la actividad política". El nuevo alcalde socialista reivindicó el valor de la política como "un instrumento más para la felicidad de los ciudadanos" que permite "garantizar la igualdad, la justa distribución y la solidaridad". En ese sentido, "sin sacralizar lo público ni demonizar lo privado", abogó por que el ayuntamiento se constituya en "una poderosa máquina de reparto igualitario de oportunidades para todas las personas y zonas de la ciudad". Finalmente, Ángel Calle quiso transmitir a los ciudadanos su "pasión" por Mérida, convocó a "todos" para trabajar por el futuro de la ciudad y reivindicó la concordia institucional con la Junta de Extremadura.