TDtesde hace muy pocos días, ambos títulos, ganador y finalista del Premio Planeta de 2013, están ya a la venta tan solo un mes después de su concesión, como suele ser habitual por parte de Planeta con sus premios y adelantándose a la campaña navideña, fecha que suele ser una de las mejores en venta de libros, habida cuenta de los muchos que se regalan en esos días (lo que no siempre quiere decir que se lean).

Decir de la ganadora que es licenciada en Filología Hispánica y durante muchos años fue profesora universitaria hasta que se dedicó por completo a su faceta de escritora y colaboradora en prensa diaria y en revistas literarias. Cuenta en su haber, hasta la concesión de este premio con otros anteriores, como el Alfaguara en 2000 por el libro Ultimas noticias en el paraíso y el Nadal en 2010 por Lo que esconde tu nombre , así como también el premio Mandarache de Jóvenes lectores.

De la finalista cabe decir que ha sido ministra de Cultura en el pasado gobierno socialista y guionista de cine, que, como suele decirse, de raza le viene al galgo, ya que su padre y hermano son conocidos en el mundo cinematográfico español.

No voy a ser yo quien cuestione la calidad literaria de las obras ganadora y finalista del premio mejor dotado económicamente de las letras españolas, que no el mas prestigioso ni más antiguo (para ambos el título es el Premio Nadal) pero sí uno de los que más nombre da a sus ganadores y finalistas, además del reconocimiento económico. Este premio asegura tanto a la editorial como a los escritores un sinnúmero de lectores cazadores de títulos premiados, con lo que las ventas están aseguradas, así como las giras que la propia editorial organiza durante todo este año para presentarlos a lo largo y ancho de nuestro país.

Destacar que la cuantía económica del premio, de ahí la importancia de sus ventas, es como en la mayor parte de los concursos literarios, un adelanto de los derechos de autor por las ventas. Lo cierto es que el nombre le da ya unas ventas aseguradas.

La polémica siempre ha envuelto a este premio, dotado actualmente con 600.000 euros para el ganador y 180.000 para el finalista, a lo que hay que descontar un 48% que se lleva la hacienda pública, desde la demanda por plagio efectuada por Carmen Formoso contra la editorial y Camilo José Cela , ganador del premio en 1994 con la obra La cruz de San Andrés . La demanda fue desestimada pero el premio quedó en entredicho, del que también se ha dicho en numerosas ocasiones que ya está concedido antes de su fallo, etc.

A este respecto, sólo voy a mencionar dos curiosidades, una antigua y otra correspondiente a este año.

En 1989, el escritor Antonio Gala ganó este premio por la novela El manuscrito carmesí (magnífica y delicada por cierto) que fue presentada bajo seudónimo. Este año, la novela finalista ha sido presentada igual, con seudónimo y otro título distinto.