Somos de la denominación de origen desde que empezó y ya era hora de que nos cayera el premio", así de satisfecho se manifestaba ayer Antonio Caravaca hijo, tras saber que el jamón ibérico que produce su familia en Montánchez recibió el Premio Espiga de Oro, lo que le convierte sin duda en el número uno del mundo. La empresa comenzó su andadura en 1930, por lo que es una de las elaboradoras de embutido ibérico más antiguas de la región.

Un jamón ´Antonio Caravaca´ curado durante cuatro años y procedente de cerdos ibéricos seleccionados por su pureza genética logró la máxima puntuación de los Premios Espiga, pero seguido a tan sólo décimas de punto de la Espiga de Plata, una pieza de Ibéricos del Culebrín, grupo de empresas de Monesterio con dos décadas de trayectoria en el sector.

Carmela Sanabria, directora del concurso, destacó la gran calidad de los jamones presentados así como su uniformidad, lo que propició que entre los galardonados la diferencia de puntuaciones haya sido mínima en esta décima edición del premio.

Finalmente, Productos Cárnicos AHJE, que comercializa sus productos como Embutidos y Jamones Monte Mayor, logró la Espiga de Bronce. Su gerente, Antonio Sánchez Yuste, mostró ayer su alegría por este reconocimiento, el primero que recibe en los Premios Espiga. La empresa --que procesa 5.000 cerdos al año-- tiene fábrica propia y dos tiendas abiertas en Béjar (Salamanca) y Baños de Montemayor. "Hacemos las cosas con mucho cariño. Hemos presentado un jamón de tres años escogido al azar pero elaborado con mucho mimo en casa".

Juan María Vázquez, consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, anunció que la Junta de Extremadura considerará a partir del año que viene al jamón ganador de la Espiga de Oro como el ganador en su categoría de Extremaselección, galardón que aglutinará a todas las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas de la región.

Mariano Señorón, presidente de Caja Rural de Extremadura, subrayó la importancia del cerdo ibérico en el mantenimiento del ecosistema dehesa y tuvo un recuerdo para Armando Fallola, industrial recientemente desaparecido.