Las agresiones al personal médico descendieron un 30,3% en el año 2012 al pasar de las 33 registradas en el 2011 a las 23 del pasado ejercicio; una tendencia a la baja en los últimos años debido, según el Colegio de Médicos de Badajoz, a una jurisprudencia favorable a la denuncia de los facultativos y al registro de estas estadísticas. El dato ha sido calificado de "altamente positivo" por José Alberto Becerra, secretario del Consejo Autonómico de los Colegios Profesionales de Médicos de Extremadura y coordinador del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC).

A tenor de los datos, el mayor porcentaje de las agresiones se producen en el ámbito de la Atención Primaria porque, ha precisado Becerra, cuando no estás de acuerdo "siempre recurres y le haces la reclamación al médico más accesible, el de primaria". Pero ha aseverado que éste no es la oficina de reclamación del sistema y que hay otros servicios como Atención al Paciente, las direcciones generales o el Servicio Extremeño de Salud (SES) donde se puede acudir. Las principales causas que motivaron estas agresiones fueron discrepancias en la atención médica y personales; la emisión de informes no acordes a las exigencias del paciente; no recetar un medicamento propuesto por el usuario; el tiempo de espera para ser atendido o malestar con el funcionamiento interno del centro.

FAMILIARES Becerra ha destacado que, según datos de 2010, una de cada tres agresiones se producen por parte de los familiares y ha advertido de que no todos los médicos denuncian que han sufrido una agresión por miedo o amenazas, tanto por parte del paciente como de los familiares, o para evitar situaciones incómodas ya que en ocasiones, tiene que seguir atendiendo al agresor.

Respecto a otras comunidades, Becerra señala que "Extremadura está en el top ten" en el número de agresiones al personal médico pero apunta que no se debe a que exista mayor conflictividad laboral en la región, sino a que "sus Colegios están tan implicados que se visibiliza más el problema y se desarrolla magníficamente el protocolo de agresiones", llegándose incluso a producir una agresión un viernes y el juicio por la misma el lunes.