La Asamblea urge al Gobierno central el plan de empleo prometido por la ministra Fátima Báñez. PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos (C’s) aprobaron en el pleno de ayer una propuesta de pronunciamiento para instar al Ejecutivo a poner en marcha ya ese plan especial y extraordinario en la región, si bien la oposición recordó a los socialistas que «primero hay que cumplir en casa» ejecutando los fondos presupuestados para empleo. Los cuatro partidos piden que dicho plan sea negociado entre el Gobierno regional y nacional y gestionado por la Junta, con el fin de que la comunidad pueda «converger» con el resto del país.

En defensa de la iniciativa, el diputado socialista Juan Antonio González Gracia recordó que hace siete años el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero concedió a Extremadura un plan de empleo, mientras que el Gobierno del PP ha mantenido a la región desde entonces en el «ostracismo» al dejar de invertir 225 millones de euros en políticas activas de empleo. González García advirtió que el Estado debe cumplir con el precepto constitucional de la «solidaridad interterritorial» hacia Extremadura, para que un desempleado extremeño pueda tener «las mismas oportunidades» que otro de cualquier comunidad autónoma.

El plan, según explicó el socialista, debería implementar políticas activas de empleo adaptadas a la realidad socioeconómica de Extremadura y recoger acciones con «alta incidencia en el tejido productivo». «Extremadura necesita un plan especial para poder converger con España», recalcó el diputado, quien defendió que este «no es un asunto partidista sino un asunto de interés general para todos los extremeños».

Por su parte, la diputada del PP María Ángeles Muñoz defendió que la «realidad» en Extremadura es que baja el número de empresas y de ocupados a pesar de los «incrementos» de dotaciones económicas procedentes del Estado, lo que a su juicio evidencia una «nefasta» gestión autonómica. «La Junta es como el niño al que le dan dinero para comprar pan y se lo gasta en cromos», señaló la popular. «Ya que la Junta no funciona por lo menos nos queda el Gobierno que sí se preocupa por los extremeños», añadió Muñoz, que criticó que los socialistas «pidan dinero» por la debilidad del tejido empresarial cuando solo se dedican al fomento del empleo público «discriminatorio y clientelar».

También tomó la palabra el parlamentario de Podemos Obed Santos, que recordó que Extremadura «ha sido siempre la gran olvidada». Santos criticó que aunque la región tiene recursos suficientes para desarrollarse industrialmente este desarrollo no llega, como evidencian casos como el cierre de la mina de Aguablanca, la falta de infraestructuras y el elevado paro juvenil. Ante esta situación, exigió que tanto el PSOE como el PP den «herramientas para que la lacra del paro, la precariedad y la altísima temporalidad se pueda terminar». Desde C’s, María Victoria Domínguez consideró «un verdadero drama» el dato de paro que registra Extremadura y recordó que también su grupo ha venido defendiendo que la región sola no puede afrontar la situación. Domínguez, que señaló que las políticas desarrolladas hasta el momento «han fracasado», reclamó que lo presupuestado en Extremadura para empleo se ejecute porque «hay que cumplir primero en casa y luego pedir».

SANIDAD / Al margen de este asunto, en el pleno de ayer también se habló de la sanidad extremeña, motivo de enfrentamiento entre el presidente, Guillermo Fernández Vara, y el líder del PP, José Antonio Monago. Vara acusó a los populares de «tergiversar» la realidad en su denuncia sobre el cierre de hospitales en el pasado puente «con fotos de sillas de salas de espera vacías» en redes sociales, que según dijo se tomaron por la tarde en la hora del partido que enfrentó al Barcelona con el Real Madrid.

El presidente señaló que la pasada semana hubo 120 quirófanos programados y 1.500 consultas abiertas, frente a las 1.134 del mismo periodo de 2011. Monago por su parte, acusó a los socialistas de no saber gestionar y señaló que como consecuencia de esa mala gestión, Extremadura ha estado ocho días sin prestar una asistencia sanitaria normal «y con el cartel de vuelva usted después del puente».