Hay una alerta constante sobre este insecto muy corpulento que posee un potente veneno capaz de disolver los tejido. Se puede encontrar 40 kilómetros al interior de Portugal y por ello se vigila en zonas limítrofes como Valencia de Alcántara y la Sierra de Gata. Hay trampas (de captura, no de muerte) instaladas en esa zona, que se revisan diariamente en el periodo de expansión (en la primavera) y que permitirían detectar la presencia del avispón.