El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó ayer el decreto que regula las ayudas para el comercio minorista, que en esta nueva convocatoria se amplían a los autónomos que se incorporen a la actividad comercial y las empresas de nueva creación para mejorar su potencial de mercado y facilitar una gestión competitiva. Así lo explicó ayer la vicepresidenta y consejera de Empleo, Empresa e Innovación Cristina Teniente, que destacó que el Ejecutivo regional ha condensado en esta nueva normativa las diferentes líneas de ayudas dirigidas al sector, de las que antes solo se podían beneficiar los comercios ya establecidos. El presupuesto de las ayudas para el 2014 será de 734.000 euros.

Según Teniente, se trata de subvenciones destinadas a un sector clave para el conjunto de la economía extremeña, ya que el comercio minorista representa al 20% de las empresas de la región y emplea a gran parte de la población. Además, el 63% de los minoristas son autónomos. En el nuevo decreto se incluyen subvenciones para la implantación de empresas comerciales, ayudas para la modernización y mejora de la competitividad de negocios ya establecidos y el apoyo a la creación, desarrollo y promoción de franquicias. El nuevo decreto, explicó la vicepresidenta, amplía tanto el colectivo de beneficiarios como las propias subvenciones, que antes se regulaban en varias normativas.

En cuanto a las ayudas para mejorar la competitividad del pequeño comercio minorista, Teniente destacó que consistirán en una subvención del 40% de los gastos referidos a la sala de venta del negocio, tales como obras de reforma del local y adquisición de mobiliario, decoración, equipamiento comercial, terminales de punto de venta y programas de gestión, con un máximo de 20.000 euros por establecimiento.

Las ayudas para la creación de franquicias serán también del 40% de la inversión, con un límite máximo global de 5.000 euros para los gastos de confección de franquicia, diseño de la identidad e imagen corporativa, entre otros. Mientras, para la instalación de primera o segunda tienda piloto, la ayuda para afrontar el 40% de la inversión puede alcanzar los 30.000 euros por establecimiento.

Según destaca la Junta, en el actual escenario en el que conviven distintos formatos comerciales para responder a las exigencias del consumidor, las singularidades del pequeño comercio pueden suponer una oportunidad para las microempresas ya que su pequeña estructura les permite introducir cambios con mayor velocidad, mientras que el contacto directo con el cliente posibilita detectar más rápidamente sus necesidades. Además, su ubicación hace que se pueda beneficiar de otros sectores como el turismo o la hostelería. En cualquier caso, destaca el Ejecutivo, la supervivencia del comercio minorista dependerá de su capacidad para modernizarse en ámbitos que pueda detectar como competitivos. Con este nuevo decreto, el Gobierno regional pretende poner en manos de las pymes las herramientas para cumplir esos objetivos.