El vino semidulce de Bodegas Paiva, de Almendralejo, se ha alzado con el premio Gran Espiga, uno de los galardones que anualmente entrega Caja Rural de Extremadura y de los que cuatro han recaído en esta misma bodega. El caldo ganador, Paiva Semidulce 2015, logró también la Espiga de Oro en la modalidad de vinos blancos; el Graciano Paiva 2015 ha conseguido el Espiga de Plata en vinos jóvenes y el Paiva Reserva se ha alzado con el Espiga de Plata en la modalidad de tintos reservas.

Ayer se dieron a conocer los resultados de la XVII edición de los Premios Espiga, reconocidos por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, y cuyo jurado ha estado compuesto por técnicos de la Estación Enológica de Almendralejo y de la denominación de origen Ribera del Guadiana.

En la modalidad de tintos reservas, la Espiga de Oro ha sido para el vino Carabal Gulae, de Viñedos y Bodegas Carabal de Alía (Cáceres), mientras que el Espiga de Bronce ha recaído en el Privilegio de Romale, de las bodegas del mismo nombre de Almendralejo.

En los tintos roble, los ganadores de las Espiga han sido el PQ Primicia de Viñas de Alange, el Viña Puebla Selección de Bodegas Viña Puebla y el Carabal Rasgo.

En la modalidad de tintos de cosecha o jóvenes, los premiados han sido, además del caldo de Paiva, el Lar de Barros de Bodegas Valdeorite y el Campobarro Tempranillo de San Marcos.

El Espiga de Oro en vinos rosados se lo ha llevado el Zaleo tempranillo de Viñaoliva, mientras que los otros dos han ido para Señorío de Villalba de la cooperativa MonteVirgen de Villalba y Viña Canchal de la cooperativa San José de Villafranca de los Barros.

En los blancos, además del ganador del Gran Espiga, han sido premiados el Blasón del Turra de uvas cayetana y pardina, de la cooperativa Santa Marta Virgen, y el macabeo fermentado en barrica de Viña Puebla de Bodegas Toribio.