El futuro de 64.000 agricultores extremeños está seriamente amenazado con la reforma de los sectores del aceite y del tabaco aprobada ayer por la Comisión Europea. Bruselas ha dado luz verde a la sustitución de las actuales ayudas a esos cultivos por un pago independiente de la producción.

El acuerdo ha recibido numerosas críticas por parte del sector agrario extremeño. Para el consejero de Agricultura de la Junta de Extremadura, José Luis Quintana, las propuestas aprobadas son una "trampa dañina" para los agricultores de la región.

El objetivo es modificar las actuales Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) de esos productos mediterráneos en la línea de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) aprobada el pasado mes de junio. En el texto, la CE hace públicas las primeras ideas sobre las reformas, aunque hasta noviembre no presentará los proyectos legales, los cuales deben estar avalado por los ministros de Agricultura de la UE.

Bruselas plantea que las actuales subvenciones a dichas producciones se concedan independientes de la cosecha y por hectárea o explotación. En aceite de oliva, la Comisión Europea propone que un 60% de las ayudas se sustituyan por el pago único independiente de la cosecha y el 40 por ciento restante permanezca ligado a la producción. Una desvinculación de las ayudas que también se aplicará al sector tabaquero y además pretende que la OCM actual se extinga en 3 años y que en tres fases, diferentes según el tipo de producción, las subvenciones se sustituyan por un pago único.

En relación con estas novedades, el titular extremeño de Agricultura ha sido muy crítico. En Extremadura, donde casi 4.000 tabaqueros dependen de estas subvenciones--, la Junta no reconoce la posibilidad de cultivos alternativos en las comarcas productores. Quintana afirma que la medida "es una trampa porque se dice que no va a desaparecer el tabaco porque se va a dar una ayuda desacoplada". En este sentido dijo que "en la práctica, es la desaparición del cultivo porque el tabaco debe ligarse a la producción de forma irremediable".

Una postura con la que coinciden los cultivadores, quienes entienden que esta reforma supone el desmantelamiento del sector, pues "durante tres años se van a conceder el 80 por ciento de las primas y después, ya no hay más ayudas para el sector, un tiempo insuficiente para que productores y transformadores de tabaco puedan adaptar el sector a la nueva situación", señaló a Efe Tomás Sánchez, de la Federación de Cultivadores de Tabaco.

Respecto del sector aceitero, donde hay 60.000 beneficiarios de ayudas en la región, el consejero extremeño aseguró que "no aceptará" la reforma de la OCM del olivar, "si un agricultor español cobra menos que un italiano". Quintana fue crítico con las penalizaciones que sufre el sector regional, que supusieron pérdidas para los olivareros extremeños de unos 48.080.000 euros en ayudas, desde el año 1998 debido a las penalizaciones de sobreproducción fijadas por la UE.