La Comisión Europea ha autorizado la adquisición del Grupo Gallardo Balboa, el principal ‘holding’ empresarial extremeño, por parte del fondo de inversión estadounidense KKR tras haber descartado posibles daños a la competencia en el mercado único, según informó ayer la institución comunitaria.

Fuentes de la compañía con sede en Jerez de los Caballeros no quisieron hacer ayer precisión alguna sobra los detalles de la operación y únicamente se remitieron al comunicado de prensa enviado hace ahora un mes en el que se informaba que Gallardo y KKR estaban en negociaciones «cada vez más avanzadas» para que el grupo siguiese adelante y no peligrase «ni un solo puesto de trabajo».

Desde el comité de empresa de Siderúrgica Balboa, la empresa emblema del grupo, se aseguró por su parte no tener «ninguna información» al respecto. Además de la acería, con alrededor de medio millar de trabajadores, el grupo cuenta con otras industrias tanto en la misma región (Alfonso Gallardo o Ferromallas) como fuera de ella (Corrugados Getafe o Corrugados Lasao —Guipúzcoa).

DESDE 2014 / La relación entre KKR y Gallardo se remonta al año 2014 cuando ambas partes y la banca acreedora firmaron un acuerdo que supuso la reducción de la deuda del grupo en 500 millones de euros y que permitió la viabilidad del mismo. Entonces pasó a centrarse en el sector siderometalúrgico, desprendiéndose de activos en otros sectores: Cementos Balboa, planta ubicada en Alconera (Badajoz) y Papresa, papelera situada en Rentería (Guipúzcoa).

En el pasivo del grupo quedó un crédito preferente de 123 millones a pagar en seis años y una deuda subordinada, incluida la provisión de liquidez aportada por los bancos, de en torno a 200 millones. Con anterioridad, en el 2012, los problemas económicos ya habían obligado al grupo a vender su acería alemana de Thüringen, Stahlwerk Thüringen, y la comercializadora Gallardo Sections a la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN) de Brasil.

La operación a la que las autoridades comunitarias han dado el visto bueno, permitiría a KKR capitalizar la deuda, convirtiéndose de esta forma en el accionista mayoritario de la compañía, si bien no se conocen ni el montante de la compra ni la parte del capital que quedaría en manos del fondo de inversión y capital riesgo.

Bruselas ha concluido que la transacción no planteará problemas de competencia porque los solapamientos tanto verticales como horizontales entre las actividades de ambas partes son «mínimos». Las autoridades comunitarias han evaluado la operación, que fue notificada el pasado 12 de julio, mediante el procedimiento simplificado de control de concentraciones, que se utiliza en los casos menos problemáticos.