El 2019 terminó con datos positivos dentro del colectivo ‘sin empleo a anterior’, que registró una caída del paro de 279 personas respecto al mes anterior y una caída interanual de 1.636 personas. Las cifras son, por tanto, mejores a las que había un año antes y caen a menos de la mitad respecto al 2013 (terminó con 12.309 personas que no habían trabajado en los últimos 12 meses en la región), el punto de inflexión en el que se empezó a atisbar la salida de la crisis y las listas de desempleo comenzaron poco a poco a adelgazar.

Pero a pesar de ese retroceso, hubo 5.218 personas que no lograron ningún contrato de trabajo en el último año y de ellos, uno de cada cinco tenía más de 45 años. Siguen siendo el flanco más débil del desempleo de larga duración y en el 87% de los casos, son las mujeres quienes continúan engrosando este colectivo. Lo hacen en todas las franjas de edad, pero de forma especial en el que engloba a los desempleados con más edad, donde casi nueve de cada diez personas que no han tenido un empleo en el último año son mujeres que superan los 45 años (87%).

«A edades más tempranas es más fácil que se incorporen de nuevo. Pero hay gente mayor que tiene más dificultades para incorporarse de nuevo al mercado laboral, también porque la mujer sigue asumiendo de forma mayoritaria roles y tareas que la apartan del mercado laboral como el cuidado de los mayores, o de los hijos cuand son más jóvenes», recuerda Ana Isabel González, secretaria de Cooperación y Empleo de CCOO de Extremadura. Las mujeres son las que se descuelgan aún con más frecuencia del mercado laboral: «y cuanto más descolgada está una persona del mercado laboral, más dificultades tendrá para incorporarse de nuevo», apunta la responsable de Empleo de CCOO.

MÁS DE UN AÑO / El colectivo que se califica como ‘sin empleo anterior’ es una categoría en a que clasifica a los trabajadores por el último empleo que han desarrollado. Eso supone que en él figura tanto personas que no han trabajado nunca (mayoritariamente en los tramos de edad más jóvenes) como aquellas otras que llevan más de un año desempleadas y por tanto se pierde la referencia de cuál fue el último empleo que tuvieron (más frecuente en los más mayores). Es una especie de cajón desastre en el que entran todas las personas que no han tenido ningún empleo en el último año.

«Es población que sale entra en el mercado laboral, distintos motivos y componentes, pero tiene mucho que ver con el paro estructural que hay en la región», anota la dirigente de CCOO.

Además, desde los sindicatos anotan que el descenso del paro no solo tiene que ver con la creación de empleo sino que en el descenso de personas que refleja la estadística del Ministerio de Trabajo en el último mes, también entrarían personas que han dejado de buscar empleo, que se han reenganchado a la actividad con la puesta en marcha de los planes de empleo o que se han incorporado a los estudios. Esta última cuestión, el regreso a los estudios, es una tendencia que está empezando a tomar cuerpo desde el 2014 (justo en el momento que se inició la mejora de los datos tras la crisis) y que se está reflejando en el colectivo sin empleo anterior en un descenso de las cifras en el último trimestre del año, coincidiendo con el inicio del curso en las distintas etapas educativas. Puede ser una de las causas del descenso, puesto que la afiliación en el último año también retrocedió, a pesar del descenso generalizado del paro en el último año en la región.

Para el secretario de Formación y Empleo de UGT, Ricardo Salaya «buena parte del paro que hay en este colectivo es estructural y, hasta cierto punto, se irá equilibrando la situación por propia dinámica demográfica». La razón que da es que parte de los desempleados de larga duración, y más aún en el caso de los que tienen más edad, tienen dificultades para reengancharse al mercado laboral por tener una escasa cualificación. En el caso de las mujeres, la situación es más evidente porque «son mayoría» en colectivos como el de la limpieza, los cuidados o el comercio, en los que hay una elevada temporalidad.