Duro golpe policial al tráfico de armas y drogas en la frontera entre Extremadura y Portugal. La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Judicial lusa, han detenido a 14 personas pertenecientes a una banda que había abierto una ruta transfronteriza de narcotráfico y comercio ilegal de armamento. Como consecuencia, también ha desmantelado varios puntos de venta de droga en la provincia de Cáceres.

La operación, denominada Arrago , se ha saldado con la detención de 12 integrantes de la parte extremeña de la red criminal como presuntos autores de delitos de tenencia ilícita de armas y contra la salud pública. Paralelamente, la policía lusa ha detenido a dos personas como presuntas autoras de un delito de posesión y tráfico de armas.

Todo empezó en Moraleja. Agentes de la Guardia Civil de este puesto detuvieron a tres vecinos de esta localidad, uno en el mes de septiembre y dos en el mes de diciembre, al ser sorprendidos con tres pistolas, todas ellas con munición y con el número de serie borrado. La instrucción de las diligencias junto con los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de los de Coria.

A la vista de estos hechos, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cáceres se hizo cargo de las investigaciones tras averiguarse que las armas aprehendidas a los detenidos habían sido compradas a dos hermanos, vecinos de la localidad portuguesa de Salvaterra do Extremo, pedanía perteneciente al concejo de Idahana a Nova.

El carácter transfronterizo que adquirió la investigación, obligó a miembros de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres a desplazarse hasta la localidad portuguesa de Coimbra para mantener una reunión con miembros de la Policía Judiciaria Portuguesa. Allí se acordó iniciar dos investigaciones paralelas para esclarecer los hechos e intentar desmantelar la banda.

Las pesquisas condujeron a la Guardia Civil hasta un conocido clan familiar de Moraleja. Sus miembros tienen un amplio historial delictivo relacionado con el tráfico de drogas y numerosos delitos violentos, entre los que destaca el ocurrido en noviembre de 2008, cuando uno de los miembros de este grupo perdió la vida en un tiroteo en la provincia de León. La Guardia Civil llevó a cabo tres registros domiciliarios en enero en Moraleja y procedió a la detención de nueve personas tras aprehenderse de una gran cantidad de droga, pero sin hallar ningún arma, aunque sí munición.

DOS HERMANOS Paralelamente, el 9 de marzo, la policía portuguesa, tras efectuar registros domiciliarios en la zona de Idanha-a-Nova, logró detener en Salvaterra do Extremo a los dos hermanos portugueses, como presuntos autores de los delitos de posesión y tráfico de armas, tras incautarse de siete armas de fuego con abundante munición, alguna de ella, de uso exclusivo militar.

La Guardia Civil asegura que la operación ha culminado con la erradicación de esta red de distribución de drogas y otra de tráfico de armas, dado que ha podido confirmar que los portugueses detenidos vendían armas a ciudadanos residentes en las localidades españolas de la Raya.

Los 12 detenidos, así como la práctica de todas las diligencias, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Coria, que, según destacó la Subdelegación del Gobierno en Cáceres, ha desempeñado en todo el caso un papel trascendental en el desarrollo de las investigaciones. Aunque la operación está prácticamente concluida, la Guardia Civil no descarta nuevas detenciones en territorio español relacionadas con el delito de tenencia ilícita de armas.

Entre el material incautado hay tres pistolas EKOL de calibres 8mm y 9mm (con el número de serie borrado); dos pistolas de calibre 6,35mm y otra 7,65mm. También se han requisado tres escopetas, un revolver, abundante munición, dos coches y ocho móviles. En cuantro a drogas, se han interceptado cantidades de heroína, hachís y coca.