Los representantes sindicales de Caja Badajoz creen que la negociación del próximo expediente de regulación de empleo (ERE) será objeto "de una batalla dura y difícil", a juzgar por el anuncio que hizo ayer Luis Miguel Carrasco, consejero delegado de Caja3, grupo al que pertenece la entidad pacense. Fue en una reunión que mantuvieron por videoconferencia, en la que también participaron los delegados de las otras dos cajas del grupo, CAI y Círculo. En ella, Carrasco les manifestó desde la sede de Zaragoza que "el nuevo ERE partirá de peores condiciones, y más duras, que el anterior".

Así lo manifestaron Manuel Sánchez y Antonio Olivera, de CCOO; Arturo Montes y Leopoldo Romero, de UGT; y el presidente del comité de empresa, Javier Florido, al término de dicha reunión en una sala del edificio Siglo XXI, sede de Caja Badajoz. Estos la consideraron una primera toma de contacto con la empresa, en la que se concertó que la primera de una serie de reuniones informales previas a la presentación del nuevo ERE tendrá lugar la semana próxima, posiblemente el jueves 17.

Los delegados sindicales de Caja Badajoz se mostraron descontentos con la reunión, porque Carrasco "no ha respondido a nuestras preguntas. La reunión era para informar sobre la situación estratégica del grupo, pero no ha dicho nada; ni nos da el documento de Bruselas que exige los 592 despidos y el cierre de 187 oficinas". Criticaron también que les negara que haya un contrato firmado, o un borrador, con Ibercaja, "lo que no creemos porque si no, Bruselas no habría dado el visto bueno a una ayuda de 407 millones".

Los representantes de los trabajadores le manifestaron, además, que "no le consideramos interlocutor válido al haber perdido la confianza en él por la negociación del anterior ERE; de hecho, admitió que algo habrá hecho mal la empresa cuando no se pudo llevar la negociación a buen término", dijeron. Ante las cuestiones planteadas por los sindicatos, estos afirmaron que les respondió "Ibercaja toma razón".

APOYO DE ECONOMIA Mientras tanto, otros delegados que participan en la mesa de negociación, se reunían en Mérida con Antonio Fernández, consejero de Economía del Gobierno de la Junta, en quien los sindicatos encontraron "la misma buena sintonía que con los grupos parlamentarios", por lo que calificaron el encuentro de "muy satisfactorio". Así lo explicó Rafael Gil, de UGT, a este diario.

"Nos dijo que apoya sin reserva la pretensión de los trabajadores de Caja Badajoz y Caja3". Dicha pretensión se concreta en cuatro puntos: minimizar la destrucción de empleo; que las salidas se hagan en condiciones dignas; que se permita la reestructuración en 5 años como al resto de entidades --la empresa quiere hacerlo en 1,5--; y que se adopten medidas de flexibilidad. Estas serían congelar por cuatro años la aportación al fondo de pensiones y una reducción de la mesa salarial del 5%.

Gil afirmó que Fernández "ha quedado en que la Junta hará un pronunciamiento en el mismo sentido que los grupos parlamentarios, que esperamos que aprueben una moción los tres grupos de la Asamblea con estos cuatro puntos, en apoyo de los trabajadores de Caja Badajoz y Caja3".