La asamblea general de Caja Badajoz aprobó el pasado 21 de noviembre el traspaso de su negocio financiero a favor del Banco Grupo Caja3, la entidad nacida de su fusión con la CAI y Cajacírculo de Burgos. Cinco meses antes, Caja Extremadura también había dado el ok definitivo a la cesión de sus activos y pasivos a otro proyecto de integración, Liberbank, puesto en marcha junto a CajAstur y Caja Cantabria.

De esta forma, y aunque las dos cajas de ahorros extremeñas siguen manteniendo, al menos de momento, su naturaleza jurídica, han dejado de ser independientes a la hora de determinar el rumbo de sus políticas financieras, la gestión de sus activos o la administración de su tesorería, entre otros muchos aspectos. Todas estas decisiones, con la única excepción de aquellas que atañen a su obra social, se tomarán a partir de ahora en los bancos en los que se han integrado, y de los que ambas entidades han pasado a ser uno más de sus accionistas.

Con todo, Caja Badajoz y Caja Extremadura siguen manteniendo intacta la estructura de sus órganos de gobierno, con sus respectivas asambleas generales, consejos de administración y comisiones varias (de control, ejecutivas, de retribuciones, de obra social o de inversiones), que en conjunto suman más de 360 personas. Y eso a pesar de que tanto Liberbank como Banco Grupo Caja3 cuentan con sus propios consejos de administración y juntas de accionistas. "Qué sentido tiene mantener en las cajas unos órganos de gobierno que no gobiernan nada, que no aprueban ni gestión, ni presupuestos... Las cajas han quedado vacías de contenido", sostiene Miguel Angel Rodríguez Castellano, secretario general de Csica en Caja Extremadura, que está convencido de que el nuevo Gobierno acabará propiciando que las cajas se conviertan en fundaciones, lo que "automáticamente eliminaría la estructura de sus órganos de gobierno".

Menos tajante se muestra Rafael Gil, secretario general de UGT en Caja Badajoz, quien resalta que la entidad pacense, al tener en sus manos un 29% de las acciones del Banco Grupo Caja3, aún conserva margen para tomar "algunas decisiones". Sin embargo, aboga por "reducir sensiblemente" el tamaño de sus órganos de gobierno, empezando por la asamblea general y terminando por el consejo de administración, "más estando en tiempo de crisis".

Las asambleas de Caja Extremadura y Caja Badajoz están conformadas cada una de ellas por 160 consejeros generales, que representan a las corporaciones municipales, las entidades fundadoras, los impositores y los empleados. En este sentido, Gil resalta que el decreto ley publicado en julio del 2010 sobre órganos de gobierno de las cajas establece que el número de miembros de la asamblea general será fijado por los estatutos de cada entidad en función de su dimensión económica entre un mínimo de 60 y un máximo de 160, por lo que aún existe mucho margen para meter la tijera .

Las dos cajas de ahorros extremeñas también coinciden en otra cosa: en las dietas que se abonan a los integrantes de sus asambleas. En total, se pagan 360 euros por cabeza cada vez que se asiste a una de ellas. Y este año serán cuatro en total en el caso de Caja Extremadura y dos en el de Caja Badajoz --aquí es posible que se convoque una más antes de acabe el ejercicio.

Si tomamos como referencia la última de Caja Extremadura, celebrada en Cáceres el 30 de junio pasado, a ella acudieron 155 consejeros generales, lo que supone un desembolso de 55.800 euros. A esta cantidad habría que sumarle los gastos de desplazamiento (31 céntimos por kilómetro en las dos cajas), ya que muchos de los asistentes acudían desde fuera de la capital cacereña.

Además, como colofón, las cajas acostumbran a obsequiar con algún regalo a los presentes, que pueden llevarse a casa desde un aparato electrónico a un libro de arte. "Algunos llegan, cobran, cogen la bolsa del regalo, y se van", señala Rafael Gil.

Aun así, las cajas extremeñas no se mueven ni mucho menos en la parte alta del ranking de generosidad a la hora de retribuir la asistencia a las asambleas. Ni en cantidad de consejeros generales (CajAstur, por ejemplo, tiene 300), ni en calidad (algunas cajas pagan hasta 1.500 euros solo por la asistencia).

PERSONAL DIRECTIVO En cuanto a los gastos para remunerar al personal clave de la dirección de las cajas de ahorros extremeñas y a los miembros de sus consejos de administración en su calidad de directivos, en el caso de Caja Extremadura estos supusieron un total de 1,2 millones de euros en el 2010. En este capítulo se incluirían los sueldos y otras remuneraciones análogas y las obligaciones contraídas en materia de pensiones y de pago de primas de seguros de vida. Los 17 miembros del consejo de administración recibieron, aparte, otros 154.000 euros en total en dietas y los seis de la comisión de control 39.000 más.

En cuanto a Caja Badajoz, las remuneraciones percibidas por sus directivos fueron de algo más de un millón de euros el año pasado, mientras que las dietas y otras remuneraciones similares de los 17 miembros de su consejo de administración y de los siete de su comisión de control ascendieron a 139.000 y 58.000 euros, respectivamente.

De nuevo aquí la estructura se duplica ya que Liberbank y Banco Grupo Caja3 cuentan con sus propios consejos de administración y con las correspondientes remuneraciones para sus integrantes. "Se han puesto unas retribuciones que nadie ha refrendado. Antes, al menos, las aprobábamos en asamblea", recalca Rodríguez Castellano.