Se lo puedo asegurar. No me apasiona nada este tipo de ´reality show´ que busca audiencias a costa de asociar el cambio físico con la consecución de la felicidad y donde las personas solo se catalogan por su aspecto, pero el nombre del programa me viene al pelo.

De ´cambio radical´ se puede calificar el nuevo mapa de alcaldías en las grandes ciudades. Se rompe así la tendencia de los últimos años en la que el voto rural se presentaba como la asignatura pendiente del PP extremeño. Sin embargo, no encuentro una explicación con nexo común. La derrota se ha producido tanto en municipios con alcaldables que repetían --y con años de mandato--, como en poblaciones con apuestas renovadas. Lo cierto es que solo Badajoz, Don Benito y Navalmoral quedan como el ´fortín´ popular tras perder Mérida y no lograr que los pactos, donde tenían opción de gobierno, se hayan decantado a favor de los socialistas.

Floriano y su equipo tienen trabajo por delante para los próximos 4 años, sobre todo para dar una explicación a varapalos como los sufridos en Almendralejo y Villanueva. El PP necesita una transición tranquila en el municipalismo, pero es tal vez en ese lado del partido donde el líder del PP puede encontrar a sus peores enemigos.