Está a punto de comenzar uno de los momentos de mayor actividad del campo extremeño. Los caprichos climatológicos lo han condicionado este año de un modo especial, pero la campaña de la fruta está a punto de arrancar y las perspectivas del sector sitúan la temporada en 249.884 toneladas y 45.000 empleos en los cuatro millones de peonadas que se contemplan principalmente entre los meses de mayo y septiembre, cuando se registra el mayor pico de actividad con la recogida.

Los datos, aún no siendo malos, sí que suponen una previsión por debajo de la que se hacía el año pasado (262.063 toneladas), principalmente por el invierno cálido y la primavera fría en la que se ha movido la campaña en marcha, sacudida además en la últimas semanas por las fuertes lluvias de principios de mayo. La cifra supone un volumen del 75% del potencial de producción de Extremadura y una caída en la producción del 20% respecto al último año, según los datos de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex). Tampoco destacará la producción de este año por una calidad excepcional, sino más bien por la irregularidad no solo en cuanto a la calidad, sino también en el calibre, al menos en cuanto a la fruta temprana. Pero se espera que mejore a medida que avance la campaña y se vayan estabilizando las temperaturas.

"La lluvia de mayo ha perjudicado de una forma muy especial a la fruta de hueso con rajados y ha retrasado la campaña", explica Miguel Angel Gómez, responsable de Afruex, sobre las circunstancias de la actividad que esta semana ya se ha puesto en marcha con la recogida de la cereza. Se ha retrasado respecto a otras temporadas, principalmente por el frío de abril y mayo, que ha triplicado el periodo de floración de la mayoría de frutales --"si lo habitual es que esté la flor 15 días en el árbol este año han estado mes y medio"--, lo que unido a la lluvia ha causado que mucha fruta se haya caído o no haya crecido lo suficiente.

CEREZA, CIRUELA... Con la cereza en marcha, el resto de especies de hueso comenzarán a en los próximos días, cuando concluya el entresacado, que se ha retrasado como consecuencia de las lluvias. Eso podría motivar que se acabe solapando con las campañas de otras regiones, algo que perjudica a todos los productores por las consecuencias de la saturación del mercado.

La previsión inicial para este año establece que se recogerán 64.911 toneladas de nectarinas, 48.566 de melocotón, 83.867 de ciruela y 33.874 de cereza, además de otras 20.000 toneladas de albaricoques, peras y otras variedades frutales con menor presencia en la región.

Extremadura cuenta con 25.000 hectáreas de frutales y la campaña de la fruta es por ese motivo la más importante de la región y un revulsivo en cuanto a las contrataciones del campo, más aún desde que la mecanización de otros cultivos como el tomate o la remolacha (que ya ha desaparecido de la región) acabaron con mucha mano de obra que se concentra ahora en la campaña de la fruta. El sector se mantiene estable desde hace años, con pequeñas variaciones en cuanto a especies, que no afectan a las contrataciones, no solo en la época de recogida, sino también en el resto de actividades ligadas a estos cultivos durante el año.

No se prevé por tanto una variación sustancial y la estimación que arrojan las fuentes consultadas por este diario, sitúan en torno a 45.000 las contrataciones previstas, que se traducirán en más de cuatro millones de peonadas. "La fruta es el principal sector agrícola de la región y tiene actividad durante todo el año, aunque el principal pico se registre entre los meses de mayo y septiembre con la recogida, envasado y procesado", reivindica Gómez.

Lo que no parece que este año vaya a acompañar a la temporada es el precio de la fruta, a la baja. Las campañas que han iniciado ya la recogida de las variedades más precoces están siendo muy bajos a pesar de que la demanda es elevada y la producción escasa, según explican desde el sector, por los precios que marcan las grandes distribuidoras, que acaban por condicionar todo el mercado.

La fruta es un sector estratégico para la región como motor del campo extremeño por su elevado nivel de empleo, más aún en las principales zonas productoras en las vegas del Guadiana, el Alagón y en las comarcas del Jerte y La Vera, fundamentalmente por la cereza en estas últimas. "Estamos hablando de muchos puestos de trabajo tanto en la recolección, como en la poda y por supuesto en las plantas de selección y elaboración", defiende José Cruz, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de UPA-UCE. Francisco Rodríguez, del sindicato CCOO habla también de que es el cultivo "más social", por la actividad que genera en el campo durante todo el año. En periodos punta algunas empresas pueden llegar a tener 1.600 trabajadores, entre el almacén de selección y las fincas de recolección.

EXPORTACIONES La fruta es uno de los sectores que más está creciendo y diversificándose, y el más importante del campo extremeño, no solo porque la cereza es un referente a nivel nacional, sino porque se está creciendo e innovando en otros productos como el albaricoque o el membrillo y porque Extremadura lidera la producción nacional de las distintas variedades de ciruela. "Comienza a ser necesario darle un marchamo, un sello de calidad, que reconozca el trabajo que están desarrollando desde hace mucho tiempo", dice Cruz.

La fruta es también un sector clave para la región porque el 80% de la producción se exporta, a otras zonas del territorio nacional y también al extranjero, principalmente a países como Francia o Alemania, pero caza vez más también a otros territorios extracomunitarios como países asiáticos, Sudáfrica o el Golfo Pérsico. El peso de estas exportaciones fuera de Europa suponen ya el 25% del total y a ellas se suma este año el mercado chino, con el que se trabajará por primera vez, principalmente con la ciruela, que es la especie más viajera .