La Dirección General de Tráfico (DGT) ha iniciado una campaña para controlar 200 vehículos dedicados al transporte escolar en la comunidad extremeña. Según ha explicado a los medios la delegada del Gobierno, Cristina Herrera, y recoge Efe, la campaña vigilará las condiciones técnicas, los elementos de seguridad, los sistemas de retención o la documentación de los vehículos, así como el respeto a los tiempos de conducción y descanso.

La iniciativa se centra en vías convencionales y urbanas, tiene como objetivo mantener las buenas cifras en cuanto a siniestralidad, y reducir aquellas infracciones burocráticas que aún hoy se producen. No en vano, en la campaña realizada el año pasado no se produjo ninguna denuncia por conceptos como exceso de velocidad, alcoholemia positiva, drogas, manipulación de tacógrafos o exceso del tiempo de conducción. La mayoría de las denuncias se interpusieron por infracciones burocráticas, explicó ayer la delegada del Gobierno, y no por causas de mayor gravedad, como demuestran las cifras. Durante la campaña autonómica de 2015, se interpusieron un total de 201 denuncias en Extremadura (en 119 vehículos), después de que se controlaran 180 vehículos del sector, 88 en la provincia de Badajoz y 92 en la cacereña, indicó Herrera. Desde la campaña 2007/2008, todos los vehículos dedicados al transporte escolar deben cumplir los requisitos reflejados en el Real Decreto 443/2001 sobre condiciones de seguridad en este ámbito, entre los que se encuentran una antigüedad máxima para los vehículos o tener un seguro de responsabilidad civil ilimitada, entre otros.El 90% de los sucesos relacionados con el transporte escolar tienen que ver con el momento en el que se accede o se baja del vehículo o en los instantes inmediatos por distracciones. «Los menores a veces no son conscientes de la importancia de este tema, y por esto los mayores les deben inculcar qué es necesario». Los autobuses desplazan a 280 millones de pasajeros al año en España, y las tasas de siniestrabilidad son mínimas. No en vano, durante 2014 y 2015 no se produjo ninguna víctima mortal entre estos usuarios, pues la seguridad es la «máxima prioridad» para la Dirección General de Tráfico.